En julio del año pasado, Ragone y su esposa fueron asaltados en su vivienda, ubicada en la localidad de Marcos Paz (provincia de Buenos Aires). Tras sufrir torturas de quienes exigían la entrega de dinero y joyas, Ragone falleció.

Tiempo después, dos personas fueron detenidas en un robo de similares características. Esto llevó a la Unidad Funcional de Instrucción y de Juicio Nº 2 del Departamento Judicial Mercedes a sospechar un posible vínculo entre ambos casos.

Se inició entonces una tarea de investigación que permitió determinar que el teléfono celular de una de las personas detenidas poseía dos números, uno de los cuales -al ser cotejado con el análisis del tráfico de llamadas, mensajes de texto, datos móviles y geolocalización-, arrojó que se encontraba activo e impactando en antenas en la zona de Marcos Paz en la madrugada del hecho sufrido por Ragone.

Fue así que, ante estos nuevos elementos de prueba reunidos, la autoridad judicial interviniente solicitó al personal de la División Investigación de Homicidios de la PFA la realización de seis allanamientos en las localidades bonaerenses de Hurlingham, Merlo y Mariano Acosta, con el objetivo de aportar elementos suficientes para ordenar la imputación de los implicados en el marco del homicidio investigado.

En total, los efectivos de la Fuerza Federal incautaron 40 municiones de diversos calibres, 19 de escopeta calibre 12.70, un revólver calibre .22, un pistolón, cajas de cartuchos con municiones y tres caños con tapas roscadas en sus extremos, similares a los utilizados para armar bombas caseras (dos de ellos inactivos y el tercero con carga detonante y sin unidad de energía, apto para ser detonado). Además se secuestraron una baliza policial, una manopla, una llave de corte, esposas, precintos, documentación de un vehículo relacionado con el robo, teléfonos celulares y entre otros elementos.