El bloqueo político al pliego deRoberto Carlés como nuevo juez de la Corte Suprema de Justicia alcanzó ayer en el Senado ribetes turcos. El pliego del candidato del Gobierno nacional queda ahora "bajo reserva", un limbo político que implica cajonear su postulación aunque sin retirar la postulación del Senado. Ni el cielo ni el infierno.
Un pelotón de 29 senadores opositores, reforzados por licencias médicas de legisladores del Frente para la Victoria, desbarató la intención del Poder Ejecutivo Nacional de nombrar a Carlés con los dos tercios de los votos presentes en el recinto. El postulante se había instalado como presunto candidato del papa Francisco para el máximo tribunal a pesar del mutismo del Vaticano.
La rebelión "turca" en el Senado, que desairó los presuntos deseos del Santo Padre para facilitar el desembarco de este alumno de Eugenio Zaffaroni en la Corte Suprema, se dio el mismo día que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se insubordinó y condenó las palabras del papa Francisco sobre el genocidio armenio de 1915-1917. En el plano doméstico, Francisco demostró que las fotografías con los políticos que lo visitan en el Vaticano -ya ocurrió con Martín Insaurralde- al menos no trasladan votos.
Carlés, académico especializado en Derecho Penal que, según admitió ante la Comisión de Acuerdos del Senado, nunca había presentado como abogado un recurso extraordinario ante el máximo tribunal, se encargó de difundir más de una foto junto a Francisco. Ayer, y pese a ese presunto blindaje celestial, el Frente para la Victoria anunció que levantaba la sesión prevista para votar hoy la designación de Carlés. La explicación formal fue que el pliego queda "reservado", es decir que mantiene su vigencia durante todo este año parlamentario hasta el próximo recambio legislativo del 10 de diciembre.
Sin llegar al extremo del presidente turco, quien le advirtió a Francisco "no repetir este error", en alusión al reconocimiento del genocidio armenio, los senadores de la oposición encabezaron su propia rebelión a la turca contra los deseos de la Casa Rosada. El Embajador argentino ante la Santa Sede, Eduardo Valdés, estuvo esta semana por cuestiones personales en la Argentina y negó cualquier tipo de gestión por Carlés. El próximo 7 de junio Cristina de Kirchner visitará al Papa y podrá comprobar empíricamente cuál es el grado de compromiso vaticano con el discípulo de Zaffaroni.
A pesar de las instantáneas con Francisco, en el marco de seminarios de Derecho Penal donde más allá de la foto no se reproducía ningún aval vaticano para el candidato a la Corte, los senadores opositores no terminaron de decodificar el presunto apoyo de Jorge Bergoglio a Carlés. Cuando trabajaba como arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, el entonces jefe del Episcopado argentino envió a Gustavo Vera a denunciar a Zaffaroni por el alquiler de sus departamentos que funcionaban como prostíbulos.
El futuro de la vacante en la Corte Suprema es ahora una incógnita. Aníbal Fernández descartó ayer como jefe de Gabinete que el Gobierno nacional vaya a presentar un proyecto de ampliación del máximo tribunal que ahora deberá funcionar con cuatro miembros: Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda, Carlos Fayt y Helena Highton de Nolasco. Al dejar el pliego "reservado", el Frente para la Victoria se encuentra técnicamente en condiciones de reflotarlo durante este año legislativo. Sin embargo, el bloqueo de los 29 senadores opositores, encabezados por Gerardo Morales (UCR), Diego Santilli (PRO), Adolfo Rodríguez Saá (Peronismo Federal), Rubén Giustiniani (Partido Socialista) y Jaime Linares (GEN), vuelve la aprobación de imposible cumplimiento.
Más allá del bloqueo opositor a los dos tercios de los votos para aprobar el pliego de Carlés, el Frente para la Victoria había sufrido bajas en su propia fila. El radical kirchnerista, Gerardo Zamora, vicepresidente provisional del Senado, estaba de licencia por un problema de saludo, al igual que el oficialista Marcelo Guinle y la aliada correntina Josefina Meabe.
Las comunicaciones fueron ayer permanente entre el jefe de bancada del FpV, Miguel Pichetto, y el secretario de Legal y Técnica de Presidencia, Carlos Zannini. Ante la falta de votos, el Gobierno nacional resolvió evitarse una derrota anticipada en el recinto, dejó sin efecto la sesión pero, para no retroceder, mantiene el pliego que logró dictamen favorable en la Comisión de Acuerdos gracias a la allí acotada mayoría del oficialismo. Elude así el kirchnerismo repetir el síndrome "Reposo". En aquella oportunidad, la Casa Rosada retiró el pliego de Daniel Reposo, negoció con la oposición y finalmente nombró a Alejandra Gils Carbó como Procuradora general.
Ayer por la tarde, Sergio Massa irrumpió en el Senado con un millón de firmas contra el pliego de Carlés y se mostró victorioso junto a sus nuevos aliados, Rodríguez Saá y el radical Morales.
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