Estaba trabajando en la huerta de la institución cuando un docente le encomendó retirar unos ladrillos para un cantero. El muro no resistió y se le vino encima.
Movileros de la prensa, padres y funcionarios de diversas áreas no dudaron en llegar con rapidez a la institución educativa situada en el parque San Martín.
El perímetro de la institución fue cercado rápidamente por la Policía de la Provincia, con el fin de controlar el ingreso de los familiares de los niños que permanecían en el interior y de los enviados de la prensa. En la puerta comenzaron a circular los rumores que desesperaban a los papás. Preocupados por sus hijos y sin poder acceder a ningún tipo de información oficial, escuchaban las diferentes radios de la ciudad.
En el lugar del accidente se hicieron presentes el fiscal Maximiliano Troyano y Lucio Ganami, de Defensa Civil provincial. Del Ministerio de Educación ingresó el coordinador Enrique Burgos y la secretaria de Gestión, Analía Berruezo.
Fue recién a las 10,49 cuando la oficial encargada de prensa de la Policía, Marina Burgos, salió a oficializar la desgracia.
Confirmaba que Ezequiel Cardozo, de 9 años de edad, alumno del cuarto grado había muerto víctima del aplastamiento de una pared que estaba en desuso en la zona de las huertas de la escuela.
La oficial informó que el hecho se produjo a las 9,25 cuando el nene se encontraba junto a sus compañeros y a cargo de un docente de agronomía.
El maestro le había encargado la recolección de ladrillos para confeccionar un cantero y Ezequiel buscó los que estaban cerca del trágico muro interno.
La pared pertenecía a una vieja habitación, dentro un tinglado, que poco a poco se fue destruyendo.
Con los años quedó sólo un muro sin columna y con ladrillos que se iban desgajando.
De allí sacó Ezequiel los ladrillos y de pronto se le vino encima la pared que terminó con su vida.
La oficial no pudo precisar si es que esta área estaba aislada con carteles o cintas de advertencia.
Los efectivos del Servicio de Emergencia 911 llegaron rápido pero no pudieron recuperarlo.
Los nervios
Los padres que llegaron envueltos en ataques de nervios paulatinamente fueron retirando a sus niños de la institución, muchos con evidente encono hacia las autoridades institucionales y gubernamentales.
La mayoría, ante los trabajadores de prensa, se quejaban puntualmente por la desidia y la falta de mantenimiento del edificio.
Algunos de los papás aseguraron que algunos de los docentes ya habían advertido sobre el peligro de la estructura que -finalmente- se vino abajo.
A las 11 llegó el personal del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) y por detrás el móvil de la Morgue de la Policía.
Los papás de Ezequiel no llegarían y según la directora de la institución, Amelia Burgos, ya habían sido comunicados sobre los hechos y estaban siendo contenidos por un equipo de psicólogos. Los compañeros de Ezequiel también recibieron los cuidados de un grupo de especialistas.
Finalmente, la directora anunció que hoy se suspenderían las clases.
Separan del cargo a los involucrados
El gobernador de la provincia, Juan Manuel Urtubey, aseguró ayer que ordenó al ministro de Educación, Eduardo Dib Ashur, que separe de sus cargos, de manera provisoria, a todos los responsables por la tragedia en el Hogar Escuela.
“Nos dicen que los chicos estaban en un lugar que no es parte del edificio. Se le cayó una pared. Pedí al ministro coordinador del Gabinete que instruya al Ministerio de Educación para que se separe del cargo a todos los responsables del establecimiento hasta que se diluciden las responsabilidades”, dijo en conferencia de prensa.
En tanto, fuentes oficiales informaron que el ministro Dib Ashur, se encontraba ayer en Buenos Aires realizando tareas vinculadas al Consejo Federal de Educación. Las acciones concretas del Ministerio se conocerán próximamente.
Una nueva negligencia de Obras Públicas
Uno de los primeros funcionarios que llegaron fue el coordinador del Ministerio de Educación de la provincia, Enrique Burgos.
Tras verificar el lugar de la desgracia habló con la prensa y dijo que no pudo acceder al lugar porque estaba trabajando ya la Policía en el levantamiento de pericias.
El funcionario explicó que el muro estaba en un sitio aparatado, sin usar, y que los niños estaban trabajando con el profesor.
“La directora debería haber ordenado retirar los escombros o los docentes deberían haber comunicado la situación”, dijo Burgos.
Luego habló también la secretaría de Gestión Educativa, Analía Berruezo, quien aseguró que los niños estaban en el lugar con el consentimiento del docente.
“Es un área que debería haber estado cercada. Sabemos quese trata de un docente que trabaja desde hace 20 años y que ahora siente un gran dolor. Por eso está también siendo asistido psicológicamente”, dijo Berruezo.
En el Gran Bourg, casi al mediodía habló el secretario de Obras Públicas provincial, Sergio Zorpudez y dijo que “es un lugar donde estaba en desuso la pared. El control de los edificios lo lleva el personal del establecimiento. Ellos avisan al Ministerio de Educación las obras necesarias y la Secretaría interviene”.
Sin embargo y pese a las declaraciones de los funcionarios, en el momento de los hechos, será necesaria una investigación sobre los pedidos de mejoras que posiblemente la institución educativa presentó.
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