Un episodio de locura se vivió hoy en la ciudad bonaerense de Necochea, en una vivienda del barrio Fonavi, entre la Avenida 98 y la calle 63. La ciudad está conmocionada. Como si fuera un espejo del tétrico caso del odontólogo Ricardo Barreda, una familia terminó masacrada por la furia de un padre que, tras provocar el desastre, finalmente se quitó la vida.
El quíntuple crimen se desencadenó cuando Roberto Daniel Vecino, un sereno en el cementerio municipal de esa ciudad balnearia, fue a la casa de su ex mujer antes de las 9 de la mañana. Según informaron fuentes policiales a Infobae, el padre se dirigió primero contra su ex esposa, Marta Curuchet, a quien mató con un arma blanca.
Luego, el homicida sube hacia la planta alta de la vivienda y liquida a sus dos hijas mujeres, Rosa y Etevilna. Rápidamente busca a su otro hijo, Roberto, quien llega a darse cuenta de la masacre y escapa hacia la calle. El joven, sin embargo, no logra huir y termina siendo alcanzado y degollado por el padre en la vía pública.
Tras cargarse a los familiares, el ataque de ira y locura de Vecino no disminuyó. En el momento en que asesina a Horacio Córdoba, un vecino de 70 años que intentó socorrer a la familia también resultó muerto en manos del agresor.
Alertada por los vecinos, la policía llega al lugar y procede a neutralizar al trabajador municipal. En la maniobra, el asesino logra herir superficialmente a uno de los uniformados en el brazo, para atrincherarse después en el galpón de la casa. Cuando la policía ingresó al fondo, se encontró con otra escena espeluznante. El hombre se había ahorcado.
Lo cierto es que no toda la familia fue asesinada. Se salvaron dos hijos más una mujer mayor de edad y un chico de diez años, que se encontraba en el colegio en el momento en que se desató la tragedia.
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