Dicen que sucedió por la humedad del terreno. Tuvieron que usar una grúa para mover el vehículo.
La odisea comenzó el miércoles cerca de las 15, en uno de los jardines que está por Libertador cerca de la Facultad de Ingeniería. Luis Castro, el chofer contratado por Arquitectura, se metió a uno de los espacios verdes para recolectar las ramas que cortaron de los árboles. Y, a pesar de que la maniobra ya la había hecho en otros sectores, no notó que ahí la humedad del suelo era importante. Y por eso, la tierra no aguantó los casi 6.000 kilos del camión y se hundió dejándolo enterrado de frente hasta la zona del paragolpes.
Al principio pensaron que sacarlo iba resultarles fácil, pero no fue así. Primero intentaron acelerar a fondo el vehículo y las ruedas giraron en el barro sin moverse. Luego hicieron rampas con ramas. Sin embargo el peso del vehículo hundió los troncos. Así, tras varios intentos y con la inminente llegada de la noche, postergaron el desentierro para el otro día.
Ayer, a primera hora empezaron otra vez el operativo. A las 11,30 llegó la grúa y una hora más tarde el camión quedó en suelo firme. El rescate fue tan llamativo que la gente que pasaba por la zona hasta se detuvo a filmar con los celulares.
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