Está sindicado por haber sido uno de los que acudió a una reunión en un departamento de Recoleta para rediscutir el dictamen. Apuntado por otros radicales, el hombre de Evolución trata de asegurar la jefatura del bloque, aunque crece el riesgo de ruptura. Además, el reagrupamiento de tropa y el futuro de Carasso.
Por Gabriel Silva.
El próximo lunes en la Casa Radical está prevista la primera reunión encabezada por el actual presidente del Comité Provincia, Marcos Carasso, para comenzar a discutir el cronograma de la interna partidaria. Fecha que, por ahora, tiene pronóstico para el domingo 5 de mayo. Aunque no son pocos los que hablan con el titular del partido y sondean la chance de postergar la elección, considerando el contexto que atraviesa el país.
Allí, además de cuestiones vinculadas con el futuro del partido, son varios los que empiezan a sospechar de la posibilidad de que, en medio de las acaloradas discusiones que está atravesando la ley ómnibus en el Congreso, se meta en el debate el rol del jefe del bloque de la UCR en la Cámara baja, Rodrigo de Loredo. Mucho más, a partir de lo ocurrido en la última semana donde, además de levantar el perfil con el rechazo a la suba de retenciones y la nueva movilidad jubilatoria que impulsa el gobierno de Javier Milei, el radical cordobés estuvo en la mira de su propio partido por la actitud que tomó frente a esa negociación.
Y donde el último capítulo del rol del cordobés se encuadra con la presencia de él siendo parte de una reunión en un departamento de Recoleta junto a operadores libertarios. Entre los que estuvo, el autor del mega DNU, Federico Sturzenegger, e integrantes de otros bloques de los llamados dialoguistas y también algunos radicales.
Ayer, en horas de la mañana, el sitio LPO anticipó en exclusiva la reunión en el departamento de un histórico operador porteño, el exarmador de la Alianza, Cristian Caram. A la que acudieron, además de De Loredo, otros referentes parlamentarios como es el caso del jefe del bloque que integran los peronistas cordobeses, Miguel Pichetto.
Otro diputado de los del consenso, Oscar Agost Carreño, el presidente del PRO cordobés e integrante del bloque de Pichetto, confirmó la reunión ayer en una entrevista en la radio porteña FutuRock. “Fui, cuando vi quiénes estaban y qué punteo estaban haciendo, me retiré”, dijo Agost Carreño ayer, quien confirmó que la citación había sido de parte del secretario general de la Cámara y que había personas “que no eran diputados”.
Al borde de la ruptura
La nota también publica que otra de las invitadas pero que no acudió al lugar, fue la también diputada cordobesa de la UCR, Soledad Carrizo. No obstante, el rumor de la presencia del jefe del bloque, sumado a cuando se lo vinculó con una reunión con operadores libertarios en el Hotel Savoy, complica el futuro del ex Arsat para contener la bancada.
Ayer, integrantes del bloque de diálogo permanente reconocieron esto. En tanto, hubo cordobeses que estuvieron esta semana en el Congreso en conversaciones con el ala que lidera Facundo Manes, y reconocieron la tensión. “Entendemos el juego, pero si el bloque, así como el partido, es muy grande, vamos a tener que partirlo”, admitió un rival interno que tiene De Loredo en el bloque.
La frase se la lanzó a otro radical que no desconoce, además, la tensión del jefe del bloque unificado con el presidente del partido, Martín Lousteau. “Hay enojo ahí. La semana pasada, cuando Rodrigo fue a la reunión del Comité Nacional no sabía cómo hacer equilibrio”, dijo a Alfil y reconoció presiones al senador para que el partido saque un comunicado.
“Martín esquiva el tema cuando le hablan de De Loredo. Está todo mal, pero no lo quiere descalzar”, dijo un radical cordobés en la tarde de ayer.
El sostén al excandidato a intendente como jefe de bancada también son los gobernadores que necesitan tejer acuerdos de a tramos con la Nación. Lo hicieron saber los diputados que responden al jujeño Gerardo Morales, exgobernador en su provincia; y también los que reportan al correntino Gustavo Valdés.
Igual, la cúpula de Evolución a nivel nacional, no oculta su descontento con el zigzagueante vínculo de De Loredo con los libertarios. Según pudo saber Alfil, Emiliano Yacobitti ayer decidió encarar una denuncia penal por lo sucedido en el departamento de Caram, en contra del anfitrión en el departamento en Recoleta.
La rosca cordobesa
Asimismo, de manera subterránea –y no tanto-, Ramón Mestre y Mario Negri disfrutan de la incomodidad de De Loredo al frente del bloque. El primero, porque está dispuesto a dar la pelea en la interna partidaria y ayer avanzó con un Zoom como para ir calentando motores; el segundo, porque revolotea por el Congreso siempre.
Los que hablan seguido con el actual jefe del bloque dicen que ninguno de los dos reviste peligro para el deloredismo en la interna partidaria. “Que puteen ellos, ayuda”, dijo un radical aliado a De Loredo.
Por su parte, ayer Mestre lanzó en el Zoom una dura crítica por elevación a De Loredo. La segunda en dos semanas consecutivas. “Hemos perdido demasiadas elecciones por mimetizarnos con la estrategia de la derecha”, lanzó en un comunicado el exintendente y habló del “tentador camino de las salvaciones mesiánicas”.
En tanto, acerca del entorno del exjefe de bloque en la Cámara baja, fueron varios los radicales que hablaron en los últimos días del “desprendimiento del negrismo”. Y apuntan a Julio Ochoa, cada vez más lejos de Negri y más cerca de Marcos Ferrer; y al estreno de nuevo cargo para Carasso en los próximos días al frente de una secretaría en la Defensoría del Pueblo.
Anoche, una fuente confirmó que el presidente de la UCR cordobesa intentó un pase desde Rentas de la Provincia a la Unicameral, pero que la vicegobernadora Myrian Prunotto no firmó. Por ello el inminente desembarco de Carasso en despacho nuevo, en medio de una interna que levanta temperatura.
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