Se descubrió indio en pleno Santa Fe cuando su mamá le contó acerca de su origen. Es uno de los compositores más importantes de la Argentina. Sostén del cancionero popular y el espejo en el que muchísimas generaciones de cantores se siguen mirando.
Horacio Guarany , además de cumplir 70 años con la música, cumple 90 de vida. Es considerado uno de los grandes ídolos populares y además de compositor, es escritor, y actor. “Yo nací cantor. Me marcó la estrella, sea el dios, sea Mahoma, sea la naturaleza, algo te marca cuando nacés. Creo que uno ya nace marcado con una estrella entonces algunos se dedican a esa estrella, otros la traicionan, por intereses cambian y son unos pobres desgraciados”, dijo a Tiempo en una ocasión el cantor.
Nacido en la localidad santafesina de Las Garzas, Eraclio Catalín Rodríguez, conocido artísticamente como Horacio Guarany, desde muy chico se inició con la Orquesta de Herminio Giménez cantando música del Paraguay, pero fue en 1957 cuando ya en Buenos Aires debutó en la histórica Radio Belgrano con el tema de Ramón Ayala y Vicente Cidade, “El Mensú”.
De ahí su historia tuvo todos los condimentos, desde el éxito de los escenarios del país y el mundo, las grabaciones, los libros y las películas, hasta el triste exilio al ver en peligro su vida en la etapa oscura de la dictadura argentina. “Viví esa época con mucha vergüenza y dolor, porque ves que te vuelan la casa, que te echan del país como un perro sarnoso, te da bronca. Ahora, analizándolo, después del exilio digo qué lástima que uno llegue a esa degradación un señor que estudia, que tiene títulos, premios, y después porqueno está de acuerdo con un cantor, lo echa del país, ese tipo es un infeliz. Me da más lástima él que yo”, dijo a este diario.
Fue pionero del Festival Nacional Mayor de Folklore de Cosquín en 1961 y por esas cosas que tiene la vida, no participó en las últimas ediciones, por desacuerdos con la comisión municipal. Setenta años de trayectoria hablan de más de 60 discos con innumerable cantidad de éxitos de los cuales no se puede dejar de mencionar “Si se calla el cantor”, “Amar amando”, “Memorias de una vieja canción”, “Pescador y guitarrero”, “Romance de Plumas Verdes”, “Yo tengo un amigo nuevo”, “Piel morena”, “Cuando ya nadie te nombre”, “La villerita” y “Caballo que no galopa”, entre tantas otras.
Su compromiso social no sólo quedó volcado en las piezas musicales, sino también en sus libros donde muestra sus vivencias, alegrías, tristezas y enseñanzas como Sapucay, Las cartas del silencio, Memorias del cantor (autobiografía), El loco de la guerra y su más reciente Mujer de la vida (2015).
Pero su espíritu de aventura lo llevó a experimentar también en cine, en recordados films como Si se calla el cantor, La vuelta de Martín Fierro (también se grabó un disco con al banda de sonido) y después de muchos años de ausencia cinematográfica, el cineasta Fernando Mussa lo hizo protagonista de El grito en la sangre, una historia reflejada en su libro Sapucay.
A lo largo de su carrera recibió distinciones por su labor cultural y trayectoria como el premio Konex de 1985 o Ciudadano Ilustre de Buenos Aires y de otras ciudades del interior del país, además de ser protagonista de los máximos festivales populares como Cosquín, Jesús María, Baradero, del Pescador en Santo Tomé, Santa Fe, la tonada en Tunuyán, Mendoza o la Serenata a Cafayate, Salta, sin dejar de lado, la chaya riojana.
“No puedo estar más que agradecido a la gente que me viene acompañando en mi camino, son muchos años de andar por los escenarios y grabando discos. Horacio, me digo a veces, qué hacés cantando todavía, dejate de hinchar, quedate en casa”, confesó Guarany en distintas charlas con Télam.
Guarany también contó que “la gente que compra mis discos, me viene a ver, festeja mis ocurrencias, así que no me permiten abandonar. Por eso, hasta que me sienta bien viajando y cantando, habrá Guarany para rato”. Hoy vive con sus afectos en su quinta cerca de la Basílica de Luján, hogar al que le compuso la canción “Romance de plumas verdes”…. “lucerito del alba” donde su corazón “al fin ha hallado la calma”.
“Tengo la garganta sana y la voz bien, felizmente. Lo que ya no me gusta es viajar. Cantar sí, me encanta subir al escenario”.
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