Apenas asumido, el flamante secretario de Seguridad dialogó con La Tecla Mar del Plata. Cuáles son los ejes de su gestión, su enfoque de la problemática y los desafíos ante el comienzo de la temporada.
En los entretelones de la política marplatense, su nombre sonó fuerte a fines de 2019 como el posible encargado de la seguridad de un Montenegro que acababa de convertirse en intendente de General Pueyrredon. Un año después, Horacio “Totó” García se transformó en el primer cambio rutilante en la gestión municipal de Juntos por el Cambio, al reemplazar al saliente Darío Oroquieta.
El exdirector nacional de Migraciones conoce al jefe comunal desde comienzos de los ´80, por la actividad judicial, en la que ambos se destacaron en la rama penal y la Justicia Federal. En este entonces, la primavera alfonsinista despertó su pulsión por la política. Dos décadas después se convirtió en su coequiper en el Ministerio de Seguridad porteño.
-¿Qué diagnóstico hace de la Secretaría y de la seguridad en general en Mar del Plata?
-Hay mucho para desarrollar y se ha empezado un camino. Es una linda oportunidad para que empecemos a aportar y ver qué ideas tienen todos, porque la seguridad no es patrimonio de un sector. Ese fenómeno hay que romperlo. Si vos hacés una política de Estado, te vas a tener que poner de acuerdo con todos los actores. Si no, nos ponemos en francotiradores, y eso no le sirve a nadie. Mar del Plata está en un momento muy interesante, y quizás haya sido esto lo que me animó a venir a trabajar.
-¿Ha podido elaborar un plan de seguridad para la ciudad? ¿Cuáles son sus puntos centrales?
-En el papel, un plan resiste todo; lo interesante es ver cada zona, el lugar donde querés implementar algo y si eso tiene lógica. Por ejemplo, las cámaras. Si vos no hablás con la gente que quiere que le pongan una cámara, vos la vas a poner conforme vos creés. En el papel está bárbaro, pero ¿qué seriedad tiene que yo esté frente a ustedes y les diga el plan integral de seguridad para Mar del Plata? El tema pasa por la escucha y abonar espíritus. Yo veo que hay reclamos de escuchar. Bueno, vamos a escucharlos.
-El eje inicial pasa por escuchar, entonces.
-Es fundamental. Si vos no escuchás, vas a escuchar conforme vos creés. Ni hablar en el caso mío, que no soy el baqueano. Acá hay que tener voluntad de trabajo y la suficiente amplitud de criterio para el que piensa distinto, y después, no tener la soberbia de adoptar la idea que te trae alguien que no piensa igual que vos y decirlo: hacerlo partícipe ante la sociedad del buen camino que está tomando un tema en el gobierno. La salida se va a encontrar si nos encontramos alrededor de una mesa los policías, los jueces, los fiscales, las sociedades intermedias.
-Ya se reunió con los jefes policiales. ¿Qué temas pudo registrar?
-Las zonas donde hay menos recorridos, cómo intensificar eso, cuáles son las demandas insatisfechas de los policías y cómo puede paliarse eso. Es muy interesante que nos cuenten cuáles son, a su entender, los logros que han tenido. Porque siempre estamos hablando mal de la policía, pero todos los días hace un montón de acciones buenas. Con una fuerza desmotivada es muy difícil, hay que darles apoyo.
-¿Cuál es el rol que debe tener el Estado municipal en materia de seguridad?
-Desde nuestra posición tenemos que hablar de una cuestión de seguridad territorial. El primer objetivo es abordar las zonas que están más inseguras. Y sentarnos con las fuerzas provinciales y nacionales para decir cómo hacemos para que este territorio esté con mayor presencia. No creo en un sistema bonapartista de un policía en cada esquina, lo que no puede haber es una falta de presencia del Estado, porque el ciudadano siente que lo han olvidado. Entonces, el sistema de cuadrículas me parece que es bueno, pero los recursos son escasos. Y ahí es donde viene el tema de sentarse a diagramar algo lógico con los verdaderos actores. Cómo se cubren las cuadrículas, con qué recursos, cómo sumamos la videovigilancia. La tranquilidad de estar ordenados no es un desliz autoritario, es lo que cualquier familia necesita para desarrollarse. Un presupuesto básico para asegurar la libertad es la seguridad.
-Organizaciones de la sociedad han planteado la necesidad de mayor protagonismo. ¿Qué piensa?
-No hay problema, pensemos en cómo mejorar la seguridad de un barrio. Ahora, si la demanda es poner 500 cámaras, eso no va a poder ser, porque los recursos son finitos; pero si la idea es reorientar una cámara, entonces, sí. Ese es el trabajo de campo que hay que hacer. Si nos ordenamos, Mar del Plata puede tener un cambio interesante.
-Se le cuestiona el no ser de la ciudad. ¿Qué responde a ello?
-Yo vengo a ofrecer trabajo, responsabilidad. Las cuestiones vinculadas con ser o no ser guardan alguna complicación, pero las cosas se pueden hacer sin haber nacido en el terruño. Cuando uno sube en responsabilidades, uno va a un lugar y pone su fuerza de voluntad, su capacidad de escucha, sus ansias de diálogo, y las cosas surgen. Por supuesto que si sos tan obtuso que porque caminaste tres veces por el centro conocés a Mar del Plata, sos un salame.
Montenegro tomó juramento a García a través de un acto en el Centro de Monitoreo. “No tengo dudas de la capacidad que tiene”, destacó el jefe comunal.
Polémica por los federales: “Hay una profunda vocación de ayudar a que todo se resuelva”
A comienzos de año, el Ministerio de Seguridad nacional dispuso el retiro de 500 efectivos federales que cumplían tareas en la ciudad, lo que al día de hoy es reclamado desde el gobierno municipal.
Al asumir, García destacó su buen vínculo con la jefa de Gabinete de ese ministerio, Cecilia Rodríguez, y el secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, marcando un contrapunto con su antecesor Oroquieta, quien se refirió en duros términos al último funcionario.
-¿Ese buen vínculo que usted tiene genera mejores condiciones en el reclamo que hay por los 500 efectivos?
-Hablar de un número es un error. Hablemos de la disponibilidad que han demostrado (Rodríguez y Villalba) para que Mar del Plata sea segura. Lo que hay es una profunda vocación de ayudar a que todo se resuelva lógicamente para convertir a Mar del Plata en un territorio seguro.
-¿Es necesario un refuerzo con esos 500 agentes de Prefectura? ¿Qué destino y tareas llevarían adelante?
-Hablar de una fuerza es aventurarnos. Todas las fuerzas de seguridad de Argentina tienen su capacidad. He trabajado con Prefectura, con Policía Federal, y son excelentes. Precisamos hombres y mujeres comprometidos con la seguridad, esto lo decidirá en su momento la Nación, y aplaudiremos esa colaboración.
Operativo Sol: viaje a La Plata por la temporada
Apenas entrado en funciones, García tiene en el horizonte un desafío importante con la cercanía de la temporada de verano: coordinar el Operativo Sol con Provincia.
Según supo este medio, el flamante secretario se reunirá esta semana con el ministro Sergio Berni para ultimar detalles, haciendo foco en los sectores del espacio público a reforzar ante la llegada de visitantes.
En principio, a Mar del Plata arribarán 450 efectivos el 15 de diciembre, y en enero llegarían más policías. Asimismo, “Totó” encabezó, el viernes pasado, una mesa de control municipal, en la que ordenó hacer un relevamiento de los recursos disponibles en la cartera de Seguridad para ver con “qué se cuenta” y las disponibilidades que habrá cuando inicien las tareas ante la llegada de turistas.
Entre las líneas de acción que se esbozaron se destacó la idea de “profundizar” el control que realizó el Municipio el año pasado, incorporando la cuestión sanitaria para prevenir contagios.
Transición. Montenegro buscó un ordenado cambio de mando entre Darío Oroquieta y Horacio García. El exfuncionario seguirá vinculado informalmente.
Su paso por la Dirección Nacional de Migraciones
“Un lugar maravillo, una experiencia muy interesante y la importancia de abordar un tema fundamental en la Argentina: qué queremos que hagan las personas que vienen al país. La Argentina lo hizo en el 1900 con el hotel de inmigrantes, orientaba el flujo migratorio y en cinco días asignaba un trabajo. Eso se puede volver a hacer, hay que saber cuál es la demanda insatisfecha que tiene la Argentina”, recordó, de cuando era funcionario de Rogelio Frigerio.
Pistolas Taser: “tema alejado”
“Es un tema que en estas circunstancia para Mar del Plata, lo único que hacemos es dividir la opinión, cuando tenemos que aglutinar. Se imagina cuál puede ser mi posición ante un elemento que es disuasorio y no letal”, planteó García sobre su postura ante la utilización de las pistolas Taser. “No lo veo cercano por una cuestión de recursos. No vamos a traer un tema de discusión que exceda el marco de cómo hacemos una Mar del Plata segura”, concluyó.
El sobrenombre y la opinión familiar
¿El origen del sobrenombre? “Mi hermana, cuando era chiquita me llamaba ´Horacito-to-to”, y de ahí quedó. Después, en Morón, me lo afrancesaron”, recuerda sobre el cambio en la acentuación. ”De los primeros 22 años de mi vida pasé dos meses por año en Mar del Plata”, recordó sobre sus recurrentes veraneos en La Feliz. ¿La opinión de la familia con la mudanza? “Ellos saben que me gustan los desafíos, eso que te hace salir del apoltronamiento de los cargos”, reconoció a La Tecla. ¿Un hobbie? “Me gusta mucho cantar, aunque soy un burro”, admitió el hincha de Racing.
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