Con el sonido de las campanas después de las 16, la imagen de la patrona de la ciudad salió del templo para acompañar a los cientos de fieles que fueron a demostrar su amor por la virgen y su fidelidad a la Iglesia Católica. Mientras fuerzas de seguridad bajaron por las escaleras la imagen de María, los pañuelos blancos y celestes saludaron para demostrar el amor hacia la madre de todos los cristianos.

La cruz procesional dirigió el camino por las calles donde los cantos y la oración se hicieron presentes y de los cuales los vecinos hicieron eco. Personas en los balcones flameando banderas patrias o papales, ancianas en sillas de ruedas de un geriátrico ubicado por calle Buenos Aires, niños en brazos de sus padres, empleados de comercios o señoras con imágenes salieron a saludar a la virgen.

Las palabras del Papa estuvieron muy presentes en el caminar de los fieles, la misericordia y el amor con los prójimos y la fe en Dios fueron nombrados como principales lemas para transitar los caminos de la vida junto a Jesús. No dejaron de nombrar a las madres como el principal pilar de la familia en lo que tiene que ver con la enseñanza católica, y a María como ejemplo a seguir para educar a los niños en la fe cristiana.

El testimonio de la adhesión a Dios se visualizó en las calles de la ciudad, donde familias enteras caminaron cantando, aplaudiendo y rezando a la virgen. El amor a Dios también se vio en las lágrimas de algunas personas que mientras caminaban oraban.

Como en toda manifestación de fe, los motivos de la presencia de los fieles fue por agradecimientos y pedidos. Entre ellos había mujeres embarazadas o con niños menores de dos meses que estuvieron para pedir el acompañamiento de la virgen en la vida de sus hijos.

Después de la procesión por las calles Tucumán, 9 de Julio, La Rioja, Quintana y Buenos Aires, la imagen de la Virgen de la Merced regresó al templo, donde la esperaba otra importante cantidad de personas que la recibieron con exclamaciones jubilosas. La Banda de la Policía de Corrientes entonó una música para su llegada. Frente al templo también estuvo un grupo de personas sordas y un joven que con lenguaje de señas transmitió los mensajes durante la procesión y las palabras de monseñor durante la misa.

Participaron de la celebración de ayer el vicegobernador Pedro Braillard Poccard, los ministros secretario general de la Gobernación, Carlos Vignolo, de Gobierno, Gustavo Valdés, y de Justicia, Eduardo Hardoy, entre otros funcionarios pertenecientes al Poder Ejecutivo, Legislativo y de la Municipalidad capitalina.