Los hombres de Mauricio Macri que juegan para Javier Milei

Los hombres de Mauricio Macri que juegan para Javier Milei

Sebastián Braun, primo del exjefe de gabinete Marcos Peña, figura como el principal aportante privado del ultraderechista. Santiago Caputo, sobrino del "amigo del alma", se convirtió uno de los cerebros de la campaña. Los vínculos entre ambas terminales abarcan también a varios empresarios y llegan hasta la pelea por recuperar la conducción de Boca Juniors. La apuesta por un hipotético gobierno en común ya empezó a construirse desde mucho antes. 

 

Por Jeremías Batagelj y Matías Ferrari

Con la impunidad que cree que le otorga la distancia, Mauricio Macri lanzó en Harvard que “si Milei gana la elección, nuestra coalición debe apoyar cualquier reforma razonable”. Esa sola línea bastó para implosionar la campaña de Patricia Bullrich, a quien pese a todos los indicios dice seguir apoyando. Varios dirigentes de peso de Juntos por el Cambio lo invitaron a cambiarse de bando de una vez por todas, mientras que Javier Milei volvió a darle la bienvenida a La Libertad Avanza, al insistir que lo quisiera tener “dentro de su eventual gobierno”. Fuera de los micrófonos, en el entorno del candidato de ultraderecha ya dan por sentado un acuerdo post-electoral. “Un sector importante del PRO nos va a acompañar. Y Macri sabe que se tiene que adelantar a ese proceso porque es inevitable”, se envalentonan en diálogo con Página/12. Lo que no dicen es que ese vínculo es profuso y ya existe desde mucho antes. Lo mismo que las terminales compartidas entre ambos espacios, que incluye a financistas, empresarios, asesores políticos, dirigentes reciclados y hasta el juego común para hacerse con la presidencia de Boca Juniors, como el propio Milei dejó trascender públicamente.

Algunos de los apellidos que hacen de puente entre Macri y Milei tienen su peso propio en la biografía del expresidente, como Peña Braun y Caputo. El primero es Sebastián Braun –primo del exjefe de gabinete cambiemita Marcos Peña– quien figura como el principal aportante privado de la campaña de La Libertad Avanza, con 30 millones de pesos. El segundo es Santiago Caputo –sobrino del “amigo del alma” de Macri, Nicolás Caputo– un ex asesor de Jaime Durán Barba que hoy se sienta en la mesa chica libertaria como estratega comunicacional. El cuadro se completa con personajes como Edgardo Alifraco, un dirigente de Boca con vínculos con la barra que preside un partido ignoto, el MID, que le prestó su personería a los libertarios para que compitan en su primera elección, en 2021.

Sebastián Braun: el aportante

“Incompetente, inepto, chupa sangre, impresentable, necio y sin saber sumar ni en una calculadora”. Esos fueron los insultos más suaves que le propinó Javier Milei a Marcos Peña. Corría el 2017 y el ahora candidato a presidente era, apenas, un aspirante a panelista de los canales de televisión. Las razones del encono que mantenía Milei con el jefe de Gabinete del macrismo estaban motivadas, en la superficie, por la salida de Federico Sturzenegger de la administración de Cambiemos, un dirigente al que hoy, 2023, el ultraderechista insiste en sumarlo a las filas de La Libertad Avanza.

Pero debajo de la línea de flotación pudo haber otra razón: tal como cuenta Juan Luis González en la exhaustiva biografía sobre Milei, "El Loco", la disputa entre su padrino político, Eduardo Eurnekian, con Mauricio Macri, por la concesión de los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, pudo haber motivado al CEO de la Corporación América a instalar a alguien de su confianza para que consuma los segundos de la televisión para cargar contra “los ojos, los oídos y la inteligencia” de Macri, tal cual definía así el entonces presidente a su mano derecha.

Con un fast foward al presente, una pregunta ahora flota en el aire: ¿qué pasó para que un integrante de la familia Peña Braun, aquella en la que Milei descargó su furia, sea no solo un enlace entre Macri y el líder de LLA, sino el principal aportante del partido neoliberal? La respuesta parece estar en el nombre de Sebastián Braun, primo de Marcos y, casualmente o no, de pasado en la Corporación América.

Los números son elocuentes. Braun --denominado “el heredero”, ya que no se explica su actividad laboral más allá de lo que recibe de su familia-- fue el único aportante privado de Milei para la campaña legislativa de 2021, al depositar un millón 100 mil pesos. Para este año, Braun no duplicó su apuesta, sino que la multiplicó por treinta, al desenfundar 30 millones de pesos a las arcas de La Libertad Avanza, tal como publicó la Junta Electoral.

La chequera de Braun

Junto con su hermano Carlos Braun, Sebastián tiene a cargo el hotel boutique Esplendor, en Calafate. En 2016, pocos meses después de que Macri se adueñe del sillón de Rivadavia, la sociedad de hermanos -Turismo Doss Sociedad Anónima- obtuvo la licitación de empresas hoteleras para el personal de Aerolíneas Argentinas, pese a que Alto Calafate, la empresa de la familia Kirchner, ofreció un precio más bajo por el servicio.

Como todo queda en familia, la esposa de Carlos Braun se llama Marina Laurence Estrada y fue una de las tres testigos de casamiento –junto a Zoraida Awada y Pamela Marcuzzi– que Juliana Awada eligió para su boda con, justamente, Mauricio Macri.

Caputo: el sobrino asesor

El caso de Santiago Caputo es especial, porque de por medio hay vínculos afectivos cruzados, con raíces en los colegios secundarios de los protagonistas. Santiago es sobrino de Nicolás “Nicky” Caputo, el empresario dueño de la tecnológica fueguina Mirgor y “amigo del alma” de Macri desde los tiempos del Cardenal Newman. También, por extensión, lo es del “Messi de las finanzas”, el exministro cambiemita Luis “Toto” Caputo. Se sumó a los equipos de Milei en 2021, promediando la primera campaña libertaria, y desde entonces fue escalando hasta convertirse en uno de los asesores de máxima confianza en materia de comunicación política del candidato.

Al partido de derecha, según pudo saber Página/12, lo acercaron dos amigos personales que hoy son legisladores porteños: Ramiro Marra y Eugenio Casielles. Al igual que su tío Nicolás con el propio Macri, Santiago los conoció durante la secundaria. Más precisamente en la Manuel Belgrano, en los primeros años de la década del 2000. La historia que cuentan en La Libertad Avanza es que fueron ellos quienes se lo presentaron a Milei, y que nada tuvo que ver su vínculo de sangre con los Caputo. Incluso juran que no tiene relación con esa rama de la familia. Pero reconocen que dio sus primeros pasos como consultor de la mano del gurú Jaime Durán Barba, al que sí se acercó a partir de “contactos”. Antes de asumirse libertario, Santiago trabajó largos meses con los equipos del ecuatoriano.

Un dirigente lo describe como un “cuadro técnico convencido con el proyecto” que escaló hasta ocupar el lugar de “estratega” comunicacional del candidato presidencial. En ese rol, de alguna manera, reemplaza a uno de los fundadores del espacio, Mario Russo, una suerte de cerebro original del espacio y que según cuenta González en su biografía sobre Milei, fue quien acuñó –más bien importó– el término “la casta”.

El sobrino de Caputo forma parte de la mesa chica nacional libertaria, pero mantiene un estricto perfil bajo, lejos de los flashes. En ese sentido es el caso contrario de Iñaki Gutiérrez, el encargado del Tiktok libertario, mucho más afecto a la cosa pública y que viene de militar activamente en el PRO hasta 2021. 

Los empresarios

Braun no es el único empresario con terminales en JxC y LLA. Semanas atrás, Leandro Renou detalló para este diario el zigzagueo de varios Ceos. Entre ellos aparecen Gonzalo Tanoira, titular del mayor exportador de cítricos del mundo, quien recibió de Macri la carta verde para vender limones a Estados Unidos; Cristian Rattazzi, el exfiscal de Cambiemos que ahora dice estar entusiasmado “con la Argentina que se viene” de la mano de Milei; y hasta Ernesto López Anadón, cabeza máxima del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas, quien ahora le resulta indistinto si YPF queda en manos privadas o públicas.

Otros empresarios, en tanto, prefieren jugar al bajo perfil. En ese grupo quizás entra Pedro “Pierre” Pejacsevich, el amigo de cartas de Macri, al que algunas versiones periodísticas lo sitúan como uno de los recaudadores, en las sombras, de Javier Milei. Al punto que La Política Online dejo trascender que el compinche de Macri en el bridge -y compañero de raquetas de Mariano Llorens en la Quinta de Olivos- organizó cenas para Milei en el restaurante Elena con un cubierto que ascendía a los 50 mil dólares.

Por fuera de esas versiones, lo que Pierre no aflojó fue con la chequera. Para la última campaña aportó 9 millones de pesos a la cuenta bancaria de Juntos por el Cambio.

Una última escena marplatense grafica la simpatía de los hombres de negocios que mantienen una estrecha relación con Macri y ven con simpatía la ola neoliberal de Javier Milei. Gabriel Martino, exceo local del HBSC, y quien los medios no dudan en denominarlo como “el amigo banquero de Mauricio” no dudó abandonar el Coloquio de Idea cuando Patricia Bullrich se disponía ser oradora del mitín.

Al mismo horario, a unas pocas cuadras, Milei tenía su contracumbre de Idea. Martino cruzó la calle y se acercó al evento. Al divisarlo, Milei lo saludó con una chicana (“vos jugaste para Larreta”, cargó) y sonrió, quizás para saberse ganador en la pulseada con Bullrich.

 

“Yo apoyo a Juntos por el Cambio, pero nosotros creemos en el diálogo”, trató de matizar Martino, que hasta las PASO financió a su "amigo" Horacio Rodríguez Larreta. Martino también recordó que Milei trabajó para él como "research" de Máxima, la AFJP de su banco, un sistema que el ultraderechista reivindicó. 

PRO residual, made in Boca

La última vez que Milei habló públicamente sobre Macri, dijo: “No te olvides que hay elecciones en Boca”. Fue esta semana, en respuesta a una pregunta de Esteban Trebucq –uno de sus interlocutores mediáticos favoritos junto a Alejandro Fantino– sobre si había conversado recientemente “de fútbol” con el expresidente. En la misma entrevista, el ultraderechista dijo que “hay dirigentes del PRO rescatables, además de Mauricio Macri, por supuesto”.

Hay varios dirigentes precisamente con pasado en el PRO que Milei ya rescató y que además tienen vínculos con el armado político de Andrés Ibarra, el ex ministro de Modernización de Macri durante su paso por la Rosada y el candidato elegido para el retorno del macrismo al club de la ribera. Son varios, pero pican en punta tres de ellos: Oscar Zago, Edgardo Alifraco y Julio Goldestein, un trío que tiene una pata en la rosca chica porteña y otra en Boca.

Zago, de pasado radical, fue dos veces legislador porteño por el PRO, entre 2005 y 2013, y Goldestein ocupó varios cargos en el Ejecutivo desde los primeros años de gobiernos amarillos en la Ciudad, como parte del Ministerio de Espacios Públicos y luego como auditor. Ambos ingresaron a La Libertad Avanza antes de la elección de medio término de 2021, a través de Alifraco, quien además de estar vinculado al mundo Boca es presidente del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). 

El acuerdo fue que el MID aportara la personería electoral de la que LLA carecía a cambio de que Zago fuese en la lista, lo que le permitió volver a la Legislatura 8 años después. Junto a Goldestein, Zago puede pegar este año el salto al Congreso: los dos están en puestos expectantes en la boleta libertaria para ingresar a la Cámara de Diputados. El MID –que hasta antes de 2021 era un partido muy menor– tiene otros dos candidatos, en la Provincia de Buenos Aires y en Córdoba, que también están en condiciones de ingresar a la Cámara baja, lo que podría dejarlos con cuatro escaños.

Además de presidir el MID, Alifraco es un histórico dirigente de Boca. Heredó en 2019 la agrupación “Super Boca” de Alberto Salvestrini, mano derecha de las primeras presidencias en el club de Macri. Ocupó varios cargos, entre ellos la subcomisión del hincha, y estuvo procesado por asociación ilícita con el barra Rafael Di Zeo. A Milei no le importó ese vínculo con un tipo tan particular de “casta” y lo puso tercero en la lista de legisladores de LLA para esta elección.

Alifraco es hoy el mayor vínculo del libertario con la campaña boquense de Ibarra y por lo tanto con los intereses de Macri en Boca. “Javier no le da bola a Boca ni al fútbol”, matizan en el entorno de Milei. “Pero claramente en Boca quiere que gane el macrismo”, precisan.

Otro filomacrista que juega y fuerte en el armado de Milei es Sebastián Pareja. Pasó de armador de Emilio Monzó en la tercera sección bonaerense a armador libertario, un rol en el que talla de la mano de Carlos Kikuchi. Ambos se encargaron de rellenar varios casilleros de la boleta en distritos clave del conurbano con exconcejales y segundas líneas que pegaron el salto desde Juntos por el Cambio. También se sumaron en los últimos meses el exsuperintendente de Riesgos del Trabajo Gustavo Morón y Miguel Angel Punte. Ambos asesoraron al libertario para el debate de este domingo. 

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