Un hombre clave en la estructura de la AFIP durante la era Cambiemos no solo fue investigado y sobreseído por el juez Claudio Bonadio en una causa por tráfico de información interna bajo secreto fiscal, sino que contemporáneamente trabajo “en comisión” para el juzgado del fallecido juez, en el marco de causas sensibles, entre otras, “cuadernos”. El dato fue blanqueado por el propio Jaime Mecikovsky, exsubdirector general de Operaciones Impositivas de Interior y una de las espadas de Elisa Carrió dentro del organismo recaudador. Lo dejó asentado en la demanda administrativa que inició contra las actuales autoridades de AFIP que lo removieron de una unidad creada a medida, luego de que el expresidente Mauricio Macri ordenara eyectarlo, en medio de sospechas por el armado de “carpetas” con información fiscal de personalidades ligadas a la exfamilia presidencial. El primer eslabón de la cadena de irregularidades que rodeó a Mecikovsky lo reveló Ámbito, a través del oficio que el propio Bonadio envió a Leandro Cuccioli solicitándole que reponga al funcionario como su hombre de confianza para llevar adelante la investigación que apuntó al kirchnerismo y a empresarios por un supuesto esquema de sobornos en torno a la obra pública. Es algo prohibido en las funciones de AFIP escoger qué área o funcionario debe responder los requerimientos judiciales.

Mecikovsky fue allanado por el juez Luis Rodríguez en una causa que tenía como víctima, incluso al entonces presidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti entre quienes se había obtenido información bajo secreto fiscal. Luego de haber encontrado “carpetas” con dossiers de personalidades, entre ellas, la de Marcelo Tinelli o Daniel Scioli, Mecikovsky contratacó y acusó al juez de habérselas “plantado”. Bonadio logró unificar el expediente y quitárselo a Rodríguez para luego sobreseer sin más trámite al entonces jerárquico de AFIP. En sus propias palabras, de octubre de 2018 al 27 de diciembre, mientras era Asesor de la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de AFIP prestó “colaboración” con el juzgado federal N°11 (a cargo de Bonadio) y con la fiscalía federal N°11, a cargo de Gerardo Pollicita, que llevó adelante otro grupo de causas resonantes. En este último caso, el propio fiscal reconoció la existencia de un vínculo más estrecho, dado que por razones de amistad, siempre se excusó en cualquier expediente que involucrara a Mecikovsky como parte. La novedad es que también utilizó ese nexo para tenerlo como “adscripto”, una irregularidad en los procedimientos internos de AFIP y en el trámite de las causas judiciales en las que haya intervenido.

Mecikovsky demandó laboralmente a la AFIP cuando fue removido de la Dirección de Prevención de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, unidad creada ad hoc de su figura cuando estalló un escándalo interno por las múltiples filtraciones de información que terminaban en denuncias encabezadas por políticos. Reconociéndose “auxiliar de justicia”, el exfuncionario que recaló en la Auditoría General de la Nación, dentro de la estructura de Alejandro Nieva. El mismo año en que fue sobreseído por Bonadio terminó en “comisión” en su juzgado.

Pollicita recurrió a los servicios de su allegado Mecikovsky para otra megacausa. Por ello, envió a Cuccioli una felicitación por escrito fechada el 7 de diciembre de 2018. Un mes antes había sido despedido.