Sí. El Expreso volvió a mostrar una pálida imagen futbolística y cayó sin atenuantes frente a Newell's. Ya alcanzó los seis encuentros (cuatro derrotas) sin conocer la victoria. La crisis del equipo se profundiza y parece no tener fin.
La historia vuelve a repetirse y el mal momento del Tomba parece no tener fin. Cambian los nombres, los esquemas, pero los errores se repiten y siguen pagándose muy caros. Ahora el verdugo del equipo de Oldrá fue Newell's, que con poco se quedó con el premio mayor tras vencerlo 2-0 en el Coloso.
En el arranque del juego el Tomba pareció ser otro. Rápido y presionando en todos los sectores intentó sacar ventaja con velocidad, pero Newell's aguantó bien los primeros minutos y fue emparejando las acciones con el correr de los minutos. Así, la ilusión de ver algo distinto duró poco.
Por la banda izquierda el ecuatoriano Mercado ganaba con facilidad, pero no encontraba los socios para poder capitalizar los avances y con el correr de los minutos el equipo del “Tolo” Gallego comenzaba a crecer.
Y casi sin merecerlo, la Lepra encontró la apertura del marcador tras un córner mal ejecutado desde la derecha, pero que en la segunda jugada encontró dormida a la defensa del Tomba y así apareció en soledad Nehuén Paz para meter un frentazo y dejar sin opciones a Rey.
Entonces el buen arranque y las intenciones que reflejó el Tomba solo fueron un espejismo. Oldrá se tomó la cabeza e intentó disimular la bronca por la mala marca de sus hombres que permitieron el primer gol del rival y lo dejaron otra vez abajo. A remar contra la corriente una vez más.
Después del tanto del central rosarino, Godoy Cruz quiso reponerse rápido del golpe que le asestaron y buscó llegar a la igualdad.
El mejor del Tomba, Kevin Mercado, tuvo la oportunidad ante Ustari, pero falló en el mano a mano.
Esa fue la más clara que tuvo el Expreso en el partido y no pudo aprovecharla. En la parte final intentó la remontada y parecía que el trámite podía ser factible. Newell's le cedió la pelota y apostó a la contra para buscar el segundo. Y la ecuación le resultó.
Víctor Figueroa comandó una contra letal. Arrancó de derecha a izquierda y sacó un zurdazo que encontró poca resistencia en Rey. 2-0 y partido liquidado. Quedaba tiempo para revertirlo, pero por lo visto podían seguir jugando varias horas sin poder quebrar a Ustari.
Otra derrota que duele y profundiza el mal momento. Ya son seis los juegos sin victorias y la última sonrisa ante Chicago quedó muy atrás en el tiempo.
Vendrá Sarmiento en poco más de una semana a Mendoza y allí estará la chance para romper el mal momento. Pero, antes habrá que hacer una fuerte autocrítica.
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