En un acto en Filadelfia, Clinton rechazó los insultos a las mujeres proferidos por el magnate inmobiliario y defendió los beneficios del Estado para las madres que trabajan.
Junto a su hija, Chelsea, y la actriz Elizabeth Banks, la candidata demócrata presentó su propuesta para pagar licencia por enfermedad y maternidad a las madres trabajadores y para frenar la violencia por el uso de armas de fuego.
El acto llegó horas antes del debate nocturno entre los candidatos a vicepresidente que acompañan las fórmulas demócrata y republicana, el senador de Virginia Tim Kaine y el gobernador de Indiana, Mike Pence, respectivamente.
Además se da en medio de unos tumultuosos días para la campaña de Trump, quien el lunes tuvo que referirse a sus estrategias empresariales luego de que se conociera que declaró enormes pérdidas para evitar pagar impuesto a las ganancias durante años.
Asimismo, estuvo todo el fin de semana envuelto en una polémica luego de que volvieran a saltar a la luz sus declaraciones ofensivas contra una joven venezolana que ganó el concurso de belleza Miss Mundo a la que él se refirió como "Miss Cerdita" porque subió mucho de peso.
El trato de Trump a las mujeres fue el primer tema que surgió en el acto de Clinton, cuando una niña de 15 años tomó la palabra para preguntarle a la ex primera dama cómo arreglaría el daño que ha hecho Trump a las jóvenes con sus declaraciones sobre el aspecto de las mujeres.
"Mi oponente insultó a Miss Universo. ¿Se puede obtener mayor reconocimiento que ese? Pero no era suficientemente bueno, así que ya no podemos tomar nada de eso en serio", respondió Clinton, quien instó a las mujeres y a las niñas a "reírse" de Trump para acabar con "su intimidación".
"(Él dice) olvida tu mente, olvida tu corazón, preocúpate solo de tu aspecto porque eso es todo lo que importa. "Tenemos que oponernos a eso, las mujeres y los hombres, las madres y los padres, maestros, todo el mundo", resaltó Clinton desatando los aplausos de toda la platea femenina, informó la agencia de noticias EFE.
Ambos candidatos han concentrado sus esfuerzos en Pensilvania, donde los demócratas han ganado desde 1992, pero esta vez podrían estar en problemas debido a que una amplia porción de la población es ese votante blanco del cinturón industrial estadounidense al que apela el mensaje de Trump.
Otro estado en el que los demócratas han puesto el ojo es Carolina del Norte, adonde se trasladó la actual primera dama, Michelle Obama, en un estado en el que el voto afroamericano tiene gran importancia.
Ante un público joven, la mujer del presidente Barack Obama alertó pidió no "jugar" con el voto y llamó a los descontentos a no depositar un "un voto de protesta" porque existe el peligro de que el próximo presidente de Estados Unidos sea Trump.
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