Los elegidos para tomar la posta en la era postborderista. Ganadores y perdedores tras el cierre de listas en el oficialismo provincial. Urribarri y Cresto, lo más golpeados.
Por: Laura Terenzano.
A quién deja el gobernador Gustavo Bordet la custodia de sus dos gobiernos es la pregunta que ordena el nuevo escenario político que se abre en Entre Ríos tras el cierre de listas del sábado pasado. La ingeniería electoral muestra un claro ganador en el peronismo local: el propio Bordet, quien logró imponer su estrategia de unidad y alinear a las intendencias detrás de esa jugada. Y también evidencia las grandes ausencias, como la del exgobernador Sergio Urribarri, que no pudo colar nombres que le respondan.
Bordet culmina en diciembre una gestión que lo despide para siempre de la gobernación -al menos así lo establece la actual Constitución provincial- pero no de la política. Lejos de jubilarse, diseñó listas en función de una sucesión leal a su proyecto político. En lugares expectantes puso nombres que le responden incondicionalmente.
Una de ellas es la vicegobernadora María Laura Stratta, quien encabeza la nómina para la Cámara de Diputados provincial. Bordet se aseguró lealtad y en un escenario de triunfo le prometió la presidencia de ese cuerpo legislativo a quien supo acompañarlo durante los últimos cuatro años de gestión de forma ordenada y con impronta propia, dándole al estilo y la imagen centrista de Bordet una tonalidad feminista al servicio de la causa de los derechos de las mujeres y disidencias.
La vicegobernadora Laura Stratta es la primera precandidata a diputada provincial por el peronismo entrerriano.
Otro nombre que significa la voz del gobernador en Diputados es el de Mariel Ávila, su esposa. Desde que Bordet incursionó en política, su compañera se sumó a cada proyecto pero jamás ocupando cargos rentados. En los últimos años estuvo al frente de la Fundación IAPSER (del Instituto Autárquico Provincial del Seguro), lugar que le sirvió de plataforma para instalar su figura en la agenda pública. Ahora ocupa el tercer lugar en la lista, lo que prácticamente la convierte en nueva diputada provincial.
El intendente de Concordia Enrique Cresto no logró imponer su voluntad y terminó aceptando el segundo lugar en la lista legislativa provincial, una ubicación no tan acorde a sus expectativas de ser el próximo gobernador. Las encuestas que mostraban un bajo caudal electoral para el crestismo terminaron de definir el destino político del jefe comunal y su gente.
También obtuvo un lugar su hermana, Mayda Cresto, ex diputada nacional y ahora candidata a senadora provincial por Concordia. Su suplente es también un hombre del riñón de Cresto, el funcionario concordiense Aldo Álvarez. Y esto es todo lo que Cresto consiguió al cierre de una vorágine preelectoral que lo tuvo al principio sosteniendo su precandidatura a la gobernación, inclusive luego de Bordet oficializara su preferencia por Adán Bahl.
La gran ausencia en las listas entrerrianas es la de Urribarri. El exembajador arrancó el año político anunciando que tendría una fuerte presencia en las elecciones y cuestionó la estrategia bordetista. Sin embargo, terminó en junio en absoluto silencio y sin representación alguna en el armado: no se registra nombre que responda al urribarrismo que esté presente en las listas.
A principio de año, Cresto y Urribarri habían ensayado una alianza política que prometía desafiar la conducción del PJ local, pero ese vínculo se fue apagando con el correr de los meses al no encontrar sustento territorial en la provincia para semejante aventura política. Dos improntas que hasta hace algunos años eran incuestionables en la provincia, también empiezan a diluirse en la era del peronismo posbordetista.
Martín Piaggio va en la lista para el senado provincial.
Martín Piaggio, intendente de Gualeguaychú que culmina mandato y quien también se había postulado a la gobernación, idea que declinó a favor de Bahl, consiguió un lugar en la lista de senadores provinciales y lleva a su actual vice como precandidata a diputada.
El secretario de Agricultura de la Nación Juan José Bahillo, otro aspirante a la gobernación y de muy buen vínculo con Sergio Massa, logró el cuarto puesto para Diputados.
El que nada obtuvo en la repartija fue el diputado nacional Marcelo Casaretto, quien también alzó la mano para la gobernación, se anotó para vice de Daniel Scioli, y al final de cuentas terminará el año como un militante más en el llano de la política.
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