En el inicio del juicio por la muerte de “Cusi” Ledesma, sus dos ex amigas, “Pelu” Bustamante (a la derecha) y “La Porteña” Argañaraz se abstuvieron de declarar. Más allá de la hipótesis del crimen pasional, crece la sospecha de que fue un asesinato por cuestiones económicas.
"La noche que la matan, nos dijo que se iba al bingo, no sabíamos que se iba a encontrar con ellas dos"
"Es mi mamá, me hace mal ver las fotos de su cadáver"
Finalmente, después de semanas de expectativa, comenzó un juicio que ha atraído la atención de toda la sociedad santiagueña, no sólo por sus protagonistas, un trío lésbico, sino también por la brutalidad utilizada para cometer el homicidio que se juzga.
Esther “Pelu” Bustamante y Doris “La Porteña” Argañaraz, enfrentan cadena perpetua por el homicidio de Elizabeth “Cusi” Ledesma. Uno de los hijos y los hermanos de la mujer, ultimada de 39 puñaladas, siguieron la audiencia con atención y luego dialogaron con EL LIBERAL.
La primera jornada del juicio fue tranquila, tras la lectura del extenso requerimiento de elevación a juicio oral, que llevó cerca de una hora. “Pelu” se adelantó hasta la silla donde debía sentarse para ser interrogada por el tribunal. Era el testimonio que todos querían oír; pero el defensor de “La Porteña”, Hugo Frola, hizo una extensa observación al requerimiento de elevación, que obligó a los integrantes del tribunal a correrle vista la fiscal Guillermo Lozano y luego pasar a un cuarto intermedio hasta el día lunes.
Los engranajes judiciales están en marcha, pero esto no deja tranquilo a Sebastián, hijo de Ledesma, que repite que lo único que quiere es que le den un motivo para “confiar en la Justicia”.
“Mi mamá, se sabía defender, no dejaba que nadie la pasara por encima, ellas dos me la quitaron”, asegura, el joven de 26 años. “Aunque mi mamá haya sido lo que fuera, no tendrían que haberla matado de esa manera; ni a la peor de las personas le hacen esto, encima la dejaron tirada como un perro”, afirmó Sebastián, visiblemente afectado.
“Ver las fotos como las que veo en el diario, esa imagen de cómo la dejaron, yo ni a mi peor enemigo le haría una cosa así”, sentenció, mientras se le nublaban los ojos y le temblaba la voz.
Sebastián recuerda que conocía a “Pelu”, y que jamás vio a “La Porteña”. Según relató, la relación entre su madre y Bustamante era “una amistad, como cualquier otra” y que jamás pensó que podrían haber mantenido una relación sentimental.
“‘Pelu’ era una persona de confianza, llegaba a casa, se quedaba a dormir, tenía todo lo que nos pedía, comía en casa”, contó el hijo de “Cusi”.
El hijo de la mujer asesinada no escondió las lágrimas; de hecho, su voz, ronca por el llanto, le daba el contexto al triste relato.
Sebastián contó que antes de la muerte de su madre, la situación económica familiar cambió dramáticamente y que no sabían por qué. Inclusive cuando “Cusi” comenzó a notar que le faltaba dinero se desataron problemas familiares.
“No tienen idea por lo que hemos pasado, nosotros comíamos fideos con huevos o lo que había en casa, y no sabíamos qué pasaba. Ella fue a denunciar que le faltaba plata, nos culpaba a mí y a mi hermano, no sabíamos por qué estábamos en esa situación, había alguien que se llevaba la plata. Tomábamos mate cocido a la noche”, contó.
Además, Sebastián no descarta que el faltante de dinero y la mala situación por la que pasaba su familia hayan desencadenado la tragedia.
“Mi mamá fue a pelear por nosotros porque veía que no teníamos nada y que la estábamos pasando mal; sé que ella fue a decirle que nos devuelva lo que nos estaba robando y por ir a defendernos la mataron”, sentenció. “No saben lo que es sacar fuerza de donde no hay, nos han dejado infelices, yo nunca voy a volver a sonreír como lo hacía antes”, concluyó.
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