En medio de un sin fin de especulaciones sobre su verdadero estado de salud mental y sus últimas apariciones públicas, donde se lo había visto abandonado y viviendo en condiciones de indigencia, sin plata y lejos de aquella imagen de empresario acaudalado que prometió invertir millones de dólares en las tierras adquiridas en San Pedro, Max Higgins volvió a la ciudad.
Higgins lucía un traje algo deteriorado y arrugado que el propio Lescano le consiguió. Muy pocas veces se lo vio lúcido, disperso y por momentos perdido. Recuerda su número de documento y numero de cuenta bancaria. Le cuesta caminar y trasladarse de un lugar a otro.
“Max está mucho mejor con respecto a cuando lo conocí”, dijo Lescano en el aire de FM Génesis. “Vinimos a ver como están sus cosas, ver si podíamos conocer sus tierras y como están los papeles”. “Queremos ver como está lo legal y a hacer posesión de lo que le corresponde”.
“Estamos volviendo a su casa, como él decía, está contento y alegre por todo esto. Él ahora está mucho mejor, lo llevé al médico y ahora está medicado. Vive conmigo y mi familia”.
El amigo de Max Higgins también contó que no se ha acercado nadie, pensando que con la repercusión del caso eso iba a suceder. “Lo único extraño fue que un día, fui de regreso al lugar en donde dormía para traer algunas pocas cosas que le quedaban, y me encontré con una nota y una bolsa. Era de Sandra Zapata, su ex mujer, quien había estado, le había escrito una carta y en la bolsa le dejaba dos pares de zapatos, un sobretodo, una botella de licor y una navaja. Me pareció al raro, vaya a saber con que finalidad lo hizo, pero a ella no la vi”, relató Lescano.
Queda en claro que en medio de toda esta historia, con un Higgins desaparecido por varios años y ahora viviendo en estado de indigencia, el generador del ansiado proyecto Disney regresó dejando otro capítulo abierto, y para su cierre parece que falta mucho.
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