El agua mineral proviene de fuentes que ofrecen una composición rica en términos nutricionales. Nativa invitó a Laura Pereira, pediatra y asesora de lactancia, para hablar de su importancia y los beneficios de su consumo.
El consumo de agua mineral es una manera de cuidar la salud y el bienestar en el largo plazo, ya que además de su capacidad para hidratar, provee minerales fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo.
Interesada en informar sobre estos aspectos, Nativa buscó en especialistas como Laura Pereira, pediatra y asesora de lactancia, la explicación sobre la importancia de elegir el agua mineral para el consumo diario. “Como sabemos, el exceso de sodio no es bien tolerado en ningún extremo de la vida. Ya sea en la primera infancia o en personas de tercera edad. Principalmente menores de dos años, no deben consumir nada de sodio, que es lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ahí la importancia que el agua que se beba sea de calidad”, introduce Pereira.
El agua mineral Nativa proviene de un acuífero profundo desarrollado en bancos de rocas de composición de calcio y dolomita, en la Sierra de Las Ánimas, departamento de Maldonado. Estas son las únicas sierras en Uruguay de origen volcánico y este acuífero posee una formación geológica que se extiende por unos 50km a través de una cadena de cerros, con un conjunto de valores de biodiversidad y arqueológicos que hacen único su origen.
De esta manera, sus minerales no solo contribuyen a la hidratación, sino que aportan nutrientes esenciales para el funcionamiento óptimo del organismo y contribuyen a mantener un equilibrio nutricional. Además, el agua mineral Nativa también puede ser un aliado en la digestión, ya que actúa como un conductor para nuestras enzimas digestivas y puede ayudar a descomponer los alimentos de manera más eficiente.
Estos aspectos son imprescindibles para el cuerpo humano en todas las etapas de la vida, pero sobre todo en la primera infancia. “En las infancias más del 70% del volumen corporal es agua, es lo que transporta el oxígeno y los nutrientes. Necesitamos agua para las funciones de depuración, cada célula del organismo necesita de agua para funcionar”, señala la profesional.
“Sobre todo en los dos primeros años de vida es sumamente importante ofrecerles agua porque los mecanismo de almacenamiento y regulación son inmaduros, propios de la edad. Puede suceder que un pequeño tenga sed pero no pida agua”, añade.
Pero entonces, muchos padres y cuidadores pueden preguntarse sobre cuándo insistir en que los niños consuman agua y, sobre este punto, la experta indica lo siguiente: “Sobre todo cuando empieza la alimentación complementaria, cuando hacen algún ejercicio, cuándo hace mucho calor, o cuándo tienen fiebre. Tenemos que estar pendientes de ofrecerles agua con frecuencia”.
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