Por: Alejandro Borensztein. Hagamos un Pacto de la Moncloa para borrar todos los videítos que comprometen a Alberto Fernández.
Antes que nada quisiera pedirle a la sociedad en general y a todos los demócratas, republicanos y demás gorilas en particular, que dejen de mandar por whatsapp esos videítos en los que Alberto Fernández dice barbaridades sobre el gobierno de Cristina.
No podemos permitir que eso circule libremente por todo el país. La gente se engancha, reenvía los videos a sus amigos, se queda pegada al celular, llega tarde al trabajo, se olvidan de pasar a buscar a los chicos por el colegio, se les pasan los fideos, se les queman las tostadas. Basta. Terminemos con esta locura y borremos todo.
No más videos de Tío Alberto diciendo que“todos vimos a los Kirchner y a los Báez saliendo juntos del mausoleo de Néstor” (lo dijo posta). Borren el que dice “a mí me pidieron que forme parte de un gobierno y no que sea cómplice de un delincuente” (Dios mío, esto tambien es posta).
También quemen ese otro video en el que define al gobierno de Cristina como “los años donde aumentó la pobreza, donde se negaba su existencia y donde se perdieron las reservas” (mamita, posta posta). Ese video hay que eliminarlo rápidamente porque es el mismo video en el que, a continuación de lo anterior, y en relación a Cristina dice que “toda su acción institucional es deplorable, todo lo que hizo en materia judicial es deplorable, toda su intromisión en la justicia es deplorable, la llamada democratización de la justicia es deplorable”… y diez deplorables más (recontra recontra posta).
Ni hablar que hay que borrar ya mismo ese último audio radial donde dice: “O Cristina es candidata o se va a su casa… no tengo ganas de que el poder esté en Uruguay y Juncal y en la Casa Rosada haya un títere”. No sólo dijo eso sino que encima lo dijo cuatro días antes de ser ungido como Primer Monaguillo por su Eminencia Reverendísima.
Por favor, basta de humillar a este señor que, si por una de esas casualidades llegara a ganar las elecciones, el año que viene va a estar sentado en el sillón de Rivadavia emputecido todo el santo día por esos videos que van a seguir circulando alrededor del planeta Tierra. Trump le va a mandar los videos a Putin, Macron a Trudeau, Xi Jingping a Kim Jong-Un. Cuando se lo crucen en las Naciones Unidas se le van a mear de risa.
Como argentinos no nos merecemos esto. Hagamos ese Pacto de la Moncloa tantas veces reclamado y lleguemos a un gran acuerdo nacional para borrar todo los videítos de Alberto Fernández. Por la Patria, por nuestros hijos y por Tío Alberto.
¿Por qué llamarlo Tío Alberto? Da simpático, da pirata, da guiño, da vendedor de autos usados, da ‘70, da Cámpora, da “el Tío al gobierno, Perón al poder” y sobre todo da perfecto con el inmortal tema “Tío Alberto” de Joan Manuel Serrat (1971).
Siendo que el tipo fue hombre de Menem, tesorero de campaña de Duhalde, legislador del partido de Cavallo, jefe de gabinete de Kirchner, de Cristina, asesor de Massa, asesor de Randazzo y ahora mascarón de proa de Cristina, los versos de Serrat escritos hace 48 años lo estaban esperando:
Tío Albeeertooo, tío Albeeertoooo…
Cató de todos los vinos, Anduvo por mil caminos,
Y atracó de puerto en puerto.
Entre la ruina y la riqueza,
Entre mentiras y promesas,
Aún sabe sonreír… Tío Alberto…
El tipo arrancó la campaña con tutti. El sábado lo nombraron candidato y el lunes ya estaba en Santa Cruz con Alicia recibiendo una estatuilla de Néstor Kirchner de manos de Rudy Ulloa con quien ser abrazó emocionado.
Para los que no lo recuerdan, Ulloa era el humilde chofer de Kirchner. Le fue tan bien durante la década ganada que en el año 2008 ofreció 320 palos verdes por Telefé. No es joda, la noticia está escrita en todos los diarios de aquel momento. Y la sospecha del origen de la guita está escrita en todos los cuadernos de Centeno. Hoy el ex fercho está procesado en esa causa con prisión preventiva no efectiva, confirmación de Cámara y un embargo de 4.000 palos.
Humildemente, le sugeriría a Tío Alberto que se fije un poco mejor lo que dice, lo que hace y sobre todo lo que abraza porque si sigue así nos vamos a pasar la vida borrándole videítos.
A la hora de inspirarnos, Cambiemos no se queda atrás. Se cansaron de criticar el festival del escolazo creado por el kirchnerismo que le fundió la vida a tanta gente.
Sin embargo, este jueves el Gobierno de la Ciudad hizo aprobar en la Legislatura las apuestas on line. Ya no hará falta que uno vaya a los casinos para arruinarse la vida. Lo vas a poder hacer cómodamente desde el celular.
Se supone que Cambiemos representa el deber ser republicano. Así es lunes, martes miércoles, viernes, sábado y domingo. Evidentemente en Cambiemos el jueves es día de recreo y vale ser trucho y mafioso hasta la salida de la primera estrella.
Quiero creer que toda esa guita que le van a chorear a la gente será donada al Garraham o a Cáritas. No me imagino que detrás de esto pueda estar Daniel “El héroe del Bernabeu” Angelici, ¿no? Por favor, aclaren este asunto rápido antes de que salgamos todos a votar por Tío Alberto ¿ok?
¿Que nos ofrece, por su parte, el peronismo federal, alternativo, residual o como quieran llamar a este grupo chiquito pero rendidor? De todo.
Ante la histeria de los Lavagna (Roberto y el ego de Roberto), Schiaretti entró en pánico. Terminó convocando a Tinelli en un acto, no sólo de deseseperación, sino también de discriminación. ¿Por qué Tinelli sí y Pampita no? ¿Qué tiene Tinelli, políticamente hablando, que no tenga Marley? Después del triunfazo en Córdoba, el Gringo Schiaretti era casi Churchill. El viernes ya era el Negro Álvarez, con todo cariño por el Negro.
Lavagna sigue empacado en evitar la interna. Se refiere a sí mismo como el candidato del Consenso y de hecho así se llama su espacio: Consenso 19. Sin embargo, José Consenso no quiere hablar ni con Macri ni con Cristina ni con Tío Alberto. Tampoco quiere competir con Massa ni con Urtubey y se enojó con Schiaretti porque el cordobés lo llamó a Scioli con quien tampoco quiere saber nada.
La verdad, no sé porque le puso a su partido “Consenso 19”. Tendría que llamarse “Roberto Lavagna, el más grande de todos los tiempos, lejos”. Bue, por lo menos lo convencieron de que el partido no se llame “¡San Martín, chupala!”.
Para rematar este espectáculo, mañana es la Convención de la UCR donde van a evaluar si siguen en Cambiemos o vuelven al 2% que sacaron con Moreau auspiciado por Nosiglia. Con esa agilidad que siempre tuvo la UCR, dejaron para mañana una decisión que debieron haber discutido hace meses.
El partido lo preside Cornejo, un muchacho que como presidente de la UCR tenía que organizar la interna radical en Córdoba. O sea, una final entre los de Negri (boina blanca con tirita roja) y los de Mestre (boina blanca con tirita azul). Simple. Una canchita, un árbitro y una pelota. El que hace más goles gana y en caso de empate, penales. Nada. No supieron hacerlo y Schiaretti les dió un baile de novela.
Ahora este crack de Cornejo, que no pudo ni organizar un simple partido de fútbol 5 para dirimir una interna provincial, le quiere explicar al Presidente de la Nación como se gobierna la Argentina. Así de locos estamos.
¿¿Y vos Gato?? ¿Ya te avivaste de que la “genial jugada” Fernández - Fernández no es más que otro insólito capítulo de la saga “Patapúfete”? Lo hizo en 2009, 2013, 2015, 2017 y esta semana lo volvió a hacer. Ahora todo depende de vos.
Es pelota larga en profundidad y sos Burruchaga. Ese puntito amarillo que ves a lo lejos no es un globo pedorro de Durán Barba. Es Schumacher, el arquero de Alemania.
Por favor, no inventen nada raro. Cada candidato en su lugar. Dejá el alma en la corrida y cuando pises el área se la cruzás al segundo palo, ¿ok? Solo tratá de que, en el camino, el dólar y la inflación no hagan que la pelota te pique mal y se te pudra todo. Corré macho. Estás habilitado.
(Y sí, amigo lector, a este muchacho si no le hablás en lenguaje fútbol no te la entiende).
Comentá la nota