Con la experiencia que tiene en el HCD, apunta a regresar al recinto con proyectos de interés como los presentados en su anterior mandato, el cual le tocó compartir con Gustavo García, a quien reencontrará en la banca.

Sobre su vuelta, dijo: “Me tomé un impass; pero cuando estás en Bolívar, con la gente, te empezás a contactar, viene esta etapa eleccionaria y algunos te dicen que están desorientados. En algún momento pensé que nunca iba a volver a la política, sin embargo cuando participás en algo y tenés inquietudes, siempre quedan cosas pendientes. Hubo proyectos en el Concejo Deliberante que quedaron sin terminar, cosas que me gustaría que se reflotaran, y muy pocas horas antes del cierre de listas Ricardo lo llamó a Fernando (Alzueta, su esposo) para ver si había alguna posibilidad, no porque tuviese alguna influencia sobre mí sino sobre todo por el entorno familiar, para evitar cualquier conflicto, y Fernando lo mandó a hablar conmigo”.

Y el llamado no se hizo esperar: “Me llamó Ricardo, le dije que me lo dejara pensar unas horas y creo que me tomé un día. La novedad de esto es que no lo consulté con nadie, ni siquiera con Fernando ni con mi hijo, era una decisión mía por algunas cuestiones pendientes que quedaron en el Concejo Deliberante para seguir trabajando, en las que uno sabe que tiene mucho para aportar, porque creo que la nuestra fue una gestión diferente, con una marcada oposición en cuanto al control pero respetuosa”. Hernández reconoció que este “es un momento en el que no hay margen para tibieza, hay que tomar decisiones y hay que involucrarse, y una vez más estoy acá”.

Hay un factor no menor que seguramente Laura tuvo en cuenta: la presencia en el recinto de Gustavo García, su compañero de banca por cuatro años, con quien volverá a juntarse en el Concejo: “Con el Flaco cuando entramos estábamos espalda contra espalda, con él trabajé muy cómoda porque tenía la posibilidad de investigar, desarrollar, crear, pesar cosas diferentes para Bolívar y siempre él acompañó, incluso en las cosas más innovadoras. Yo hacía la parte técnica y de investigación y él tenía esa cuestión del discurso y el sustento político, la verdad que fuimos un lindo equipo y trabajamos muy cómodos. Cuando le fui a contestar a Ricardo primer le pregunté qué opinaba el Flaco, porque no quería herir afectos cercanos, cosa que la política a veces te lleva a hacer”.

Hernández repasó sus 4 años fuera del Concejo: “Durante este tiempo priorizamos el entorno familiar, extrañé los dos primeros años, cuando el presidente del Concejo era Ricardo Criado, y quiero marcar esto porque también tiene que ver con mi decisión de volver a la política, no hubiera vuelto con otro grupo ni otro líder encabezando el espacio. A Ricardo no lo conozco de la militancia sino del trabajo institucional y siendo oposición en minoría, y una oposición nada tranquila. En algún momento Ricardo nos padeció, porque fuimos concejales muy inquietos, muy controladores, sin embargo mantuvo siempre la transparencia institucional, jamás me faltó un expediente, nadie me demoró un expediente”.

De las muchas Ordenanzas que lograron aprobar con García en sus cuatro años como concejal, Hernández recordó que algunos todavía no están en ejecución: “Sí, por ejemplo la del colectivo, un transporte público que es indispensable, visitando a una familia del Barrio Cooperativa nos decía que les cuesta $ 1.700 por mes enviar a sus hijos al colegio, y hay una Ordenanza que establece que deberíamos tener un transporte público, y creo que están todas las condiciones dadas para que eso se puede ejecutar, esas son las cosas pendientes y el fueguito que te hace volver”.