Desde el Conurbano y el interior bonaerense, algunos de los marginados del espacio de unidad peronista hacen sentir su malestar y acusan que fueron dados de baja “sin fundamentos”. La escoba dejó varios lastimados en la oposición. Igualmente, no sacan los pies del plato y piden por "Alberto presidente - Cristina vice".
En las primeras horas de la noche del jueves, y dos días antes de la fecha tope para la oficialización de las listas de precandidatos, el Frente de Todos dio a conocer la lista final de dirigentes que cuentan con el aval para presentarse ante las urnas en agosto próximo. Así, la Junta Electoral partidaria eliminó algunas competencias, otras las mantuvo y en algunos distritos acortó la oferta electoral para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).
En definitiva, la Junta presidida por Hugo Curto (el más antiguo del grupo) más los diputados provinciales "camporistas" Facundo Tignanelli, César Valicenti y Susana González; la concejala de Tigre Florencia Mosquera, el diputado provincial massista Ricardo Lissalde, las diputadas nacionales Loana Volnovich y Diana Conti y la referente de Nuevo Encuentro, Valentina Zapata. Más los intendentes Juan Zabaleta (Hurlingham), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa), Mauro Poletti (Ramallo), Anibal Regueiro (Presidente Perón), Walter Torchio (Carlos Casares), Néstor Alvarez (Guamini) y José Luis Horna (Roque Pérez), pasó la escoba.
En la mayoría de los distritos donde gobierna el peronismo, las internas fueron eliminadas de llano. Por caso, solamente se mantuvieron las correspondientes a Moreno, donde Walter Festa tendrá seis rivales en agosto, entre ellos el diputado nacional kirchnerista Walter Correa; y las de Presidente Perón, donde Aníbal Regueiro deberá medirse con la massista Blanca Cantero en un mano a mano. En el interior, en Colón, el alcalde Ricardo Casi tendrá dos rivales, mientras que en Zárate, Osvaldo Cáffaro competirá contra Edda Acuña.
De esa manera, el derrotero de la decisión de la Junta dejó algunos heridos. En Merlo, el intendente y vicepresidente del Partido Justicialista bonaerense, Gustavo Menéndez, tenía dos rivales: Raúl “el Vasco” Othacehé y Florencia Lizaraso. El ex Intendente mantuvo el silencio y aceptó la derrota sin competencia, no ocurrió lo mismo con la dirigente. Es que, la concejala referenciada en el kirchnerismo duro, no dudó en alzar la voz contra los dueños de la lapicera.
“Quién no quiere escuchar y someterse a la unidad del pueblo, es porque no lo representa. El intendente tuvo temor de elecciones libres”, disparó Lizaraso en un duro comunicado contra Menéndez, en el que pide acompañar a Alberto Fernández y Cristina Fernández en las urnas.
Los heridos también dicen presente en el interior bonaerense. En Chacabuco, comuna conducida por el radical Víctor Aiola, una de las listas presentadas para las PASO quedó marginada y también se trató de una mujer como afectada. En definitiva, la nómina que encabezó Julieta Garello fue desplazada y habrá un mano a mano entre el camporista Martín Carnaghi y el pejostista Ricardo Ciminelli.
Así, Julieta Garello sostuvo que existió “mala intención” para con su precandidatura y denunció: “Esto que están intentando hacer, no es como algunos dicen un problema de avales”. En ese sentido, disparó: “Hay algunos que les tienen miedo a las urnas , y lo que no consiguen con los vecinos de Chacabuco lo quieren resolver en una oficina en Capital Federal”.
El Frente de Todos pasó la escoba y dejó varios heridos en toda la provincia de Buenos Aires, que ya comenzaron a hacer notar su malestar por la restricción.
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