Los resultados de los frentes que participaron en las PASO nacionales dejaron varios heridos en territorio porteño. La UCR y la Coalición Cívica fueron los más lastimados por la abrumadora derrota en la interna de Cambiemos
Las PASO nacionales en territorio porteño estregaron un panorama claro para las fuerzas que integraron el frente ECO: la mitad de los votos que cosechó Martín Lousteau emigraron hacia otros frentes.
Ellos fueron los heridos luego de que se conocieron los resultados. “ECO no existe directamente”, chicaneó un operador macrista.
En total, el diputado nacional y ex ministro de Economía obtuvo el pasado 19 de julio poco más de 460.000 votos. Si se tienen en cuenta los sufragios que consiguieron los partidos que integran el espacio, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica, el Partido Socialista y el Partido Socialista Auténtico, en total, rozaron los 250.000.
De los tres precandidatos a presidente que en la Ciudad integraron ECO, la diputada nacional Margarita Stolbizer, con Progresistas, fue quien mayor cantidad de votos obtuvo, 121.789. A ella la siguieron la también diputada nacional Elisa “Lilita” Carrió, de la CC, con 69.919, y por último el senador nacional Ernesto Sanz, 60.426.
La merma también alcanzó al binomio del PRO, conformado por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y por la senadora nacional Gabriela Michetti. Ambos obtuvieron cerca de 80.000 votos menos que el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
La pregunta entonces es: ¿hacia dónde migraron los votos de Lousteau?
De acuerdo a las cifras, hay una clara evidencia de que la gran mayoría habría ido hacia el diputado nacional Sergio Massa. Su frente, UNA, que compone con el gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota, obtuvo 241.000 votos.
El Frente para la Victoria, por su parte, también se mantuvo en los mismos márgenes que en las elecciones porteñas. En lo que respecta a presidentes, su candidato, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, cosechó apenas 10.000 sufragios más que los que había conseguido el entonces candidato a jefe de gobierno, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.
Lousteau también quedó herido. Un día después de su derrota en el balotaje porteño ante Horacio Rodríguez Larreta, develó lo que para muchos era una incógnita, a quien apoyaría para presidente. Optó por Sanz. Hizo poca campaña. Desde su entorno aludieron que “necesitaba vacaciones”. Por ese motivo sólo se sacó una foto con el senador nacional. Además, realizó un spot con la lógica que caracterizó su campaña.
“Hay que tener en cuenta que la campaña por la Ciudad terminó tres semanas antes de las PASO nacionales. Fue un sprint final muy largo. La realidad es que estábamos muy cansados”, reflexionó una calificada fuente radical en territorio porteño.
Si bien el aparato de la UCR estuvo enfocado en Sanz y en la lista de diputados nacionales y el ParlaSur regional, no fue suficiente.
En cambio, Stolbizer, evidenció menos el golpe. En las internas porteñas, su candidato, el presidente de Consejo Económico y Social, Sergio Abrevaya, obtuvo 4.296 votos. El otro candidato del frente SURGEN, Humberto Tumini, tuvo una performance aún peor. Sacó 3.935 sufragios.
Es decir, que la titular del GEN pasó de casi 8.000 votos a más de 120.000.
El cansancio, también se evidenció en las filas del PRO, aunque en menor medida (ver página 16).
Los principales frentes de Izquierda evidenciaron situaciones diferentes. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) mejoró su desempeño con respecto a las elecciones generales para jefe de gobierno. Cosechó 56.817 votos. En las PASO, ese número escaló hasta los 82.127. Myriam Bregman fue la gran herida. Como candidata a vicepresidente, en la fórmula que encabezó el diputado nacional Nicolás del Caño, no logró mantener el caudal de julio. No obstante, el Partido Obrero habría hecho pesar su aparato para favorecer al otro candidato del frente, Jorge Altamira.
En cuanto al MST-Nueva Izquierda, la mirada estuvo puesta en el legislador porteño Alejandro Bodart. El fue el principal herido en las PASO de abril. En vez de competir por la jefatura de Gobierno, optó por encabezar la lista para diputados compartida por los tres precandidatos. Sacó 20.847 votos. Sin embargo, en las nacionales vio como esa cifra se partía a la mitad.
En diputados nacionales es donde aún mas se evidenció. Como consecuencia de la competencia electoral en la Ciudad, el frente Cambiemos presentó tres listas diferentes. El llevar como cabeza de lista a una diputada con instalación, como fue el caso de Patricia Bullrich, sumado al arrastre de Macri, le generó un problema a los candidatos de la UCR, Mariano Genovesi, y de la CC, Hernán Reyes. Ambos se vieron sorprendidos por el resultado, ya que como se esperaba, los dos ingresarán en la nómina final.
Como publicó Qué en ediciones anteriores, los términos que estipuló Cambiemos fueron los siguientes: tres listas diferentes, con un piso interno del 15%, es decir, para lograr colar un diputado debía conseguirse ese porcentaje dentro de la interna. Tanto Genovesi como Reyes estuvieron muy lejos de conseguirlo.
La principal sorpresa fue el desempeño del coordinador de Medios Públicos de la Ciudad y ahora candidato al ParlaSur por Cambiemos en la Ciudad, Pablo Avelluto. En diálogo con Qué, sostuvo que el factor principal de su victoria fue la performance del propio Macri.
Si bien tuvo dos rivales, antes del cierre de listas, la idea original de Cambiemos era que el radical Rodolfo Terragno fuera el único candidato para ese cargo. El PRO, lo que buscó fue negociar tal acuerdo siempre y cuando Lousteau deponga su candidatura. A último momento, y ante la negativa del diputado nacional que, cabe resaltar, casi acepta el ofrecimiento, se dio marcha atrás y se determinó presentar tres candidatos, uno por cada partido que integra el frente.
El corte de boleta en efecto existió. En comparación con las demás categorías, Avelluto consiguió menos votos que Macri, y una cantidad inferior a los de la lista de Bullrich.
Comentá la nota