La legisladora se separó de Cristina García de Auretneche con quien compartía el bloque Confianza Pública. Responde a un alejamiento de Daniel Amoroso, sindicalista de los trabajadores del juego
La dirigente Graciela Ocaña rompió su bloque Confianza Publica en la Legislatura Porteña en las últimas horas y oficializó así la pérdida de una banca para el armado de Energía Ciudadana Organiza (ECO) a partir de la soledad en la que deja a Cristina García Auretneche, su hasta hace poco compañera de espacio.
La ruptura marca a las claras el alejamiento de Ocaña de Daniel Amoroso, el referente del Sindicato de los Trabajadores de Azar en la Ciudad de Buenos Aires, a quien había marginado en las negociaciones por el cierre de listas con Martín Lousteau.
“Ocaña realizó una apuesta política con el sector de Lousteau que tiene un discurso crítico del juego, por eso se distanció de Amoroso”, evaluó una fuente cercana a la actual legisladora porteña en diálogo conQué.
A partir de ahora, la ex ministra de Salud será la titular del monobloque Confianza Pública, mientras que su ex compañera, Cristina García, será la referente de Confianza Pública Democráctica.
En efecto, en los últimos días con el debate abierto por Gabriela Michetti sobre el juego, Ocaña quedó condicionada. Su rival, Martín Lousteau se sumó al debate y pidió controles, en tanto que la kirchnerista Gabriela Cerrutti le disparó de lleno: “es la candidata del sindicato del juego”, le dijo.
La suma de factores condicionó su estructura y los rumores de hace tiempo que hablaban sobre una fractura en el espacio, que, al final se confirmaron en las últimas horas de la tarde de ayer. No obstante, la oficialización de la ruptura llegó este mediodía.
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