Raquel Marín, la viuda argentina del ex candidato, y los hijos del ex general luchan por controlar su partido. Y recibir un gran patrimonio.
Por Leandro Dario
“Esta familia va a seguir luchando por la causa que nos deja Lino Oviedo”, proclamó esta semana Ariel, hijo del dirigente político. La muerte del ex general y candidato presidencial en las elecciones del 21 de abril abrió una dura disputa al interior de su familia para dirimir quién se transformará en su sucesor. Raquel Marín, su esposa argentina, anunció el jueves que encabezará el partido y trabajará para imponer el programa de su esposo.
En tanto, la diputada Fabiola Oviedo buscaría también el liderazgo que dejó vacante su padre y estaría enfrentada con su madrastra. Pero lo económico también es un tema espinoso en la familia, ya que el uniformado que depuso al dictador Alfredo Stroessner dejó una fortuna de alrededor de 1.000 millones de dólares.
Además de su capital político, Oviedo amasó una impresionante fortuna, que equivale al 4,1% del Producto Bruto Interno (PBI) paraguayo. Marín, los tres hijos que tuvo con Oviedo –Junior, Lino Manuel y Raquel–, la hija mayor, que vive en Alemania, Fabiola y Ariel heredarán el dinero y las propiedades inmobiliarias. Sin embargo, en Paraguay nadie sabe cómo un ex militar obtuvo un patrimonio tan abultado. Según el diario ABC Color, Oviedo habría confiscado propiedades a ex jerarcas de la dictadura militar.
Lo cierto es que el general tenía dos enormes residencias en Asunción y en Zárate Isla, a unos 20 kilómetros de la capital paraguaya, cuentas bancarias en el exterior y acciones de cadenas de supermercados y shoppings.
Durante el velatorio, el jueves, Marín, una correntina de 58 años que no acepta ser llamada la Evita paraguaya pero se identifica con su labor social, tomó el micrófono y les pidió a los militantes de la Unión Nacional de ciudadanos Eticos (Unace) que trabajen de cara a los próximos comicios. Y aprovechó para proclamar su liderazgo: “Cuando Lino Oviedo no está, me hago cargo de todo lo que sea del partido Unace, de todo, de todos”.
Sin embargo, en el clan Oviedo, conformado por ella y seis hijos del general, hay otros herederos con aspiraciones políticas. Ellos son los diputados Fabiola y Ariel Oviedo, hijastros de Marín. Aunque no es familiar ni tiene parentesco con el dirigente fallecido, otro de los candidatos a sucederlo es el senador Jorge Oviedo Matto, que adelantó que tomará las riendas del partido para continuar y cumplir los sueños del ex jefe militar.
“Ahora que el hiperlíder murió, ellos se disputan la herencia política. Pero ninguno tiene ni por asomo el peso que tenía el general. No hay un sucesor natural”, aseguró a PERFIL Alfredo Boccia, autor de Insurgentes, la resistencia armada a la dictadura de Stroessner. “El que ponía las pautas era Oviedo. Cada uno va a querer llevar para su lado las cosas. Va a haber una puja de liderazgo”, agregó, por su parte, Víctor Yambay, ex diputado de Unace.
Los oviedistas pugnan en una guerra económica y política.
Comentá la nota