Helmut Ditsch pasó por El Calafate anunciando una obra y una muestra

Helmut Ditsch pasó por El Calafate anunciando una obra y una muestra

El reconocido artista estuvo en El Calafate. Volvió al glaciar Perito Moreno para cumplir con un relevamiento de sitios naturales del país. El lugar elegido será plasmado en una gran obra que le pidió la Universidad de San Martín. Confesó su preferencia por el glaciar.

El reconocido artista plástico está cumpliendo un relevamiento de lugares naturales de la Argentina. El trabajo forma parte de un proyecto que financia la Universidad de San Martín (Buenos Aires) donde brinda clases. Esa casa de altos estudios le encargó una obra monumental (6 x 2,50 metros) que de alguna manera represente al país. Helmut Ditsch se caracteriza por pintar la naturaleza extrema, luego de conocer y vivenciar personalmente el lugar. Así lo hace con el mar, el desierto y el hielo, obras que lo han hecho conocido en el mundo entero.En Europa comenzaron a llamar como el “Realismo Vivencial” a las formas y resultados que aplica y logra el artista argentino, que supo tener varios años de residencia europea.Helmut Ditsch se presenta como un artista “popular”, aunque sus obras rompan récord de precios y sea el argentino más cotizado de la historia. En la última parte de la década del 1990, vendió la pintura “La Cordillera” al Banco Central de Austria. En el 2000, una de sus creaciones “El Mar II”, fue vendida en España en 865 mil dólares, convirtiéndose en el argentino mejor cotizado de la historia.Un año más tarde dio su paso definitivo a la popularidad cuando sus obras se presentaron en el Museo Nacional de Bellas Artes, siendo visitadas por más de 100 mil personas.En el 2006 fue invitado a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde los espectadores de sus pinturas también se contaron por decenas de miles.En el 2012, una de sus obras que refleja al glaciar Perito Moreno fue incorporada a la muestra permanente de la sala “Eva Perón” de la Casa Rosada. 

En El CalafateAyer miércoles, Helmut Ditsch terminó una visita de tres días a El Calafate. Volvió a observar el glaciar Perito Moreno por varias horas, tanto desde pasarelas como desde una embarcación. Las condiciones del tiempo fueron las ideales, sin bajas nubes o lluvias que entorpecieran la observación. En realidad, lo que hace el artista es “sentir”. Helmut no puede pintar si no siente el lugar, quizás como lo hace otro turista internacional que puede quedarse varios minutos mirando sólo una grieta. Pero su “mirada absoluta” le hace reconocer y registrar las más variadas frecuencias de colores, y poder encontrarlas en su paleta meses después, para trasladarla a la tela. Por eso sus pinturas son valiosas ante los ojos de expertos y de desconocedores de técnicas, porque tienen vida y tienen luz.La vuelta al parque Los Glaciares es el primer punto de un relevamiento que en estas horas lo lleva a El Chaltén y luego a recorrer la ruta 40, hacia el norte del país. “No tengo un número de lugares determinados a recorrer, depende de lo que yo sienta. El rectorado quiere que recorra varios lugares, aunque yo ya sé que uno de los candidatos es el glaciar Perito Moreno”, comentó a la corresponsalía de La Opinión Austral.Helmut ya conoce el glaciar. El “Perito Moreno” se ha convertido en su principal temática de sus pinturas y en el lugar se siente como en su casa. “Estoy volviendo a mis pagos, porque esto también es parte de mi mundo. Hace muchos años que me apropio de la montaña y del glaciar, como una experiencia existencial que luego logro plasmar en una nueva dimensión, que es el arte”, comentó en su visita a El Calafate.Si no hay visita al sitio a pintar no hay obra. “La matriz no se puede comparar con nada. Necesito el original, que está cargado de una tercera y una cuarta dimensión que es el aura del lugar. Es el glaciar más bello del planeta y probablemente del universo”, agregó.Al hablar sobre cómo sigue su actual proyecto, comentó que en el plazo de un mes recorrerá varios sitios naturales. Luego le llevará casi dos meses la selección del sitio a pintar, con la realización de los bosquejos respectivos.Después empezará su trabajo “en claustro”. Calcula que serán seis meses pintando, sin salir de su taller. “El efecto tridimensional de mi pintura se da porque pinto mojado a mojado, no puedo parar porque se me secan los colores, y quien ve la pintura se daría cuenta donde paré”, explicó.Dice que todo ese tiempo “es como estar en un estado de trance. Los que hicimos deporte lo podemos identificar como el tiempo en que se libera la endorfina y adrenalina. En momentos en los que estoy mucho tiempo encerrado, físicamente estoy estático, pero mientras tanto mi mente y mi corazón vuelan a velocidad luz”.En la charla con este diario también surgió que no todo es fruto del “ojo absoluto”, o de sus conocimientos y talento.Antes de pintar glaciares, Helmut Ditsh los conoció desde adentro. Nacido en Villa Ballester (Buenos Aires), en un hogar de origen austríaco, se formó en el arte plástico, en el nado de competición y la escalada. El mismo recuerda que era mejor escalador en hielo, donde no sentía vértigo, ni miedo alguno, que en la roca. “Tuve que ser escalador para pintar el hielo así, tuve que ser nadador para poder pintar el mar como lo pinté, y tuve que haberlo amado todo eso para haberlo hecho”, definió sobre lo que fue su origen de su actual etapa artística.También adelantó que pretende volver a El Calafate para traer una de sus obras, lo que ya se comenzó a planificar con una empresa local.

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