Héctor Icazuriaga siempre fue un hombre de confianza de los Kirchner. Los acompaña desde sus días en Santa Cruz, donde fue un alfil legislativo y un hombre importante en el gobierno provincial. Fue vicepresidente de la Cámara baja de Santa Cruz y, en 2003, ocupó el cargo de vicegobernador provincial.

Nacido en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, este dirigente justicialista de 69 años, voló a Buenos Aires a pedido de los Kirchner. Juró como secretario de Inteligencia en diciembre de 2003, unos meses después de que desembarcaran en la Casa Rosada, en reemplazo de Sergio Acevedo.

El "Chango", apodo que le puso su padre peluquero, es un santacruceño por adopción. Cerca de él argumentan que por su origen bonaerense se metía de lleno en cada acto de campaña de Néstor Kirchner . Entre sus ocupaciones varias, el ex número uno de la SIDE, que en los hechos era manejada por su segundo, Francisco "Paco" Larcher (que también renunció hoy), era el hombre que muy seguido en la semana le lee por teléfono a su jefe las malas noticias que se publican en los diarios.

En el Gobierno identificaban a Icazuriaga como una suerte de fusible que tenía el ex presidente para filtrar los pedidos de audiencia. "Si Kirchner no quería atender a alguien, se lo mandaba al Chango", cuentan en Balcarce 50. Nadie le da a Icazuriaga otra calificación que la de ser un soldado kirchnerista.

En la Secretaría de Inteligencia tuvo que lidiar con incontables internas que condicionaron su gestión. También con la intervención del general César Milani , jefe de las Fuerzas Armadas, a quién le dieron fondos y autoridad para realizar tareas de Inteligencia..