Por Silvia GómezDespués de mucha incertidumbre, el Gobierno porteño confirmó ayer que algunos de los antiguos vagones se reacondicionarán para ser utilizados como bibliotecas y se colocarán en plazas de la Ciudad.
Funcionarán a partir de abril , en un principio sin carnets y con libros aportados por la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura. La idea es que los vecinos se lleven un libro, pero que aporten otro. “Es una apuesta de compromiso ciudadano”, se entusiasmó Hernán Lombardi, ministro del área. Más adelante sí, la biblioteca funcionará como cualquier otra, con identificación y registros de los libros que se prestan y se devuelven.
Para preservarlos, los vagones estarán debajo de estructuras impermeabilizadas . Tendrán pantallas solares para abastecer servicio de Wi-Fi. Y para protegerlos del vandalismo, se colocarán sólo en las plazas ya enrejadas . Ahora la gran mayoría de los vagones se encuentran intervenidos por grafitis, incluso en muchos hasta las ventanas están pintadas con aerosol.
Al menos con este proyecto de transformación, el Gobierno buscará salvar veinte vagones. Aunque no está definido qué pasará con el resto –son 95, de los cuales 55 estuvieron en funcionamiento hasta ayer– el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta mencionó que ya fueron requeridos por museos: “Estamos viendo la posibilidad de dejar una formación en servicio, para que haga un viaje turístico durante los fines de semana”, contó. Algunos días atrás el funcionario había generado estupor entre los vecinos cuando dijo que también podían usarse para “hacer un asado”. “Fue una broma, en diálogo con un periodista”, se defendió.
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