Funes de Rioja aseguró que no es culpa de las empresas que haya valores más caros por fuera de Cuidados. Y adelantó la guerra que se viene contra el etiquetado frontal.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Hang, sigue en su semana de debut ante el Círculo Rojo y se vio en las últimas horas con un peso pesado del sector. La referencia es para ell titular de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), Daniel Funes de Rioja. El encuentro matinal en el ministerio fue corto, cordial pero intenso. Funes bancó Precios Cuidados pero se desentendió de las remarcaciones que hay por fuera del programa, una brecha que hoy alcanza al 40 por ciento. Y antes de irse temprano del evento -dado que como presidente de la Unión Industrial (UIA) debía recibir al gobernador de San Juan, Sergio Uñac- planteó dos temas que serán una batalla de fondo en las próximas semanas: la oposición de las empresas de alimentos a aplicar las leyes de Etiquetado Frontal y Envases bajo amenaza de irse a producir a Brasil los packaging que hoy hacen en Argentina.
Tal como destacó Comercio en un comunicado, ambos cuadros coincidieron en la importancia de la continuidad del programa Precios Cuidados. Pero hubo un debate sobre el abastecimiento y la especulación con los valores. Es que Hang planteó que las mismas empresas que proveen a Precios Cuidados cobran más caro el mismo producto por afuera del programa. Y no sólo eso, sino que desabastecen Cuidados para presionar por precios más altos. Funes se desentendió de esa crítica y aseguró que "esa brecha de precios no es culpa de las empresas de alimentos, es la fuerte intermediación que hay". Todo charlado ante la atenta mirada de algunos participantes especiales: por el lado del gobierno, fue de la partida Antonio Mezmezian, que sigue en el cargo de subsecretario luego de haber acompañado a Roberto Feletti. Del lado empresario, acompañaron a Funes Carla Bonito, directora Ejecutiva de Copal, Alfredo Guzmán (Celusal) y Agustín Torres Campbell, de la empresa Molinos Río de la Plata.
La conversación también se refirió al contexto internacional, al perfil exportador del sector, se garantizó que habrá dólares para producir y los directivos de Copal apoyaron los fideicomisos trigueros para intentar amortiguar impacto en productos como el aceite, el trigo y el pan. Un día antes que Funes, Hang habló de estos temas con Gustavo Idigoras, de los aceiteros de CIARA, y con Diego Cifarelli, de la Federación de Molineros (FAIM). Más allá de los respaldos, el tema de la estabilidad de los fideicomisos es tirante porque los precios internacionales siguen presionando hacia arriba.
Funes se retiró a recibir a Uñac, que almorzó con la mesa chica de la UIA, pero dejó en la mesa dos bombas. Pidió que más allá de que hay una ley, el Etiquetado Frontal de alimentos "se resuelva en el ámbito del Mercosur". No es casual la posición, las empresas está en pie de guerra: por ejemplo, las firmas Mondelez y Masterfood ya avisaron que podrían ir a producir a Brasil, por el encarecimiento de los costos de fabricar nuevo packaging. Ambas expresaron eso en reuniones de Copal y de AMCHA, la cámara de empresas estadounidenses.
Las empresas se resguardan en los costos para evitar aplicar el aviso de octógonos nutricionales en los paquetes. El problema es que el lobby se instala a poco de aplicarse la norma: si bien las pymes tienen hasta mayo del año próximo para adecuar sus productos, las firmas grandes del consumo deben tenerlos en góndola en agosto de este año. Le aclararon a Hang que si bien no es un tema de Comercio, debía estar al tanto del tema. La cuestión es relevante porque, además, no son pocas las empresas que aseguran que la negativa a cumplir va a terminar, indefectiblemente, con menos provisión de productos en las góndolas.
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