Estaba en la rambla de 120, 66 y 67. Se barajó la teoría de un crimen, pero sería suicidio. Analizaron las últimas frases que escribió en Facebook
Eran las 7.40 de la mañana, cuando un hombre caminaba por la rambla de 120 entre 66 y 67 y observó que alguien estaba tirado en el pasto. Le llamó la atención que no se moviera, por lo que se acercó y detectó que aquel pibe no estaba descompuesto, ni ebrio.
Se alejó unos metros y apenas vio un patrullero de la comisaría Novena, puso en alerta a los policías. Ellos confirmaron que el testigo no exageraba: el cadáver estaba entre los pastizales tendido sobre su lateral izquierdo, cerquita de las vías del tren, con pantalones de jean, zapatillas Nike rojas y negras, un buzo azul y una gorra de lana en la cabeza. En un bolsillo tenía su DNI, que lo identificó como Germán Olivera (19). A su lado yacía un pistolón marca Safari del calibre 32 con una vaina servida y una intacta en sus dos caños. Entre el follaje secuestraron otros dos cartuchos servidos.
Los uniformados notificaron del hallazgo al fiscal en turno, Fernando Cartasegna, quien convocó a Policía Científica y al gabinete de Homicidios de la DDI La Plata.
Concluidos los peritajes en la escena y el traslado del cuerpo, los detectives escucharon los testimonios de la madre, un hermano y un amigo de Germán, quienes comentaron que “nunca superó la muerte de su padre (ocurrida hace seis años) y había anticipado que podía tomar un decisión así”, comentó un jefe policial.
Es que el lunes pasado publicó en su perfil de Facebook algunas frases que ahora toman otra dimensión, como "tengo un largo camino al cielo” y “a veces en la vida uno toma decisiones que a muchos no les gusta”.
La causa se caratuló “averiguación causales de muerte”, aunque los informes preliminares confirmaron que el cuerpo presenta un disparo a la altura del corazón y ninguna otra lesión. Se habría disparado a sí mismo.
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