"Realmente así te sacan las ganas", se oyó decir por ahí a un concejal oficialista que buscaba avanzar en alguna de las múltiples gestiones que intenta llevar adelante y que, por falta de cooperación opositora, no consigue hacer pie en alguna sesión que permita su tratamiento y eventual aprobación.
Desde el Ejecutivo consideran que todos los temas tienen carácter de "urgente", más que nada por el tiempo que lleva en los recintos legislativos sin conseguir ningún avance. De hecho, este martes se celebraron cuatro reuniones de comisión y dos fueron dedicadas a temas considerados de "agenda política" y los otros dos sobre expedientes que se la pasan circulando por comisiones sin registrar mejoría. "Es porque no quieren, así de simple", se quejó la fuente.
La frustración del Ejecutivo tiene que ver con cinco expedientes que se requieren para el desarrollo de la temporada de verano: la gestión López intenta avanzar en el mejoramiento de aspectos de carácter turístico antes del verano, como para hacer las cosas con tiempo, y desde el Legislativo la respuesta es la de "hacer la plancha".
El ejemplo más grave es el de las dos concesiones de los ex balnearios ACA y Zeus, que están pendientes desde octubre del año pasado, trabados en el Concejo. Aunque una de las reuniones de comisión del HCD citó al director de Servicios Municipales a cargo de las concesiones, Mauro Velázquez, la convocatoria fue para una revisión de la situación actual más que la de avanzar con lo pendiente. Los dos primeros proyectos paralizados podrían empeorar ostensiblemente el aspecto de la línea costera justo frente al complejo Casino, también en estado de deterioro.
"Me han citado para hacer un repaso de las concesiones otorgadas en licitación el año pasado y en qué estado estaban al día de hoy", señaló Velázquez en diálogo con Cuatro Vientos. "Lo que no estaba en el orden del día fueron los balnearios Zeus y ACA, que es algo que le preocupa al Ejecutivo sobremanera porque se viene la temporada: hay que recordar que están pendientes desde octubre del año pasado para su trabajo y no hemos tenido noticias", se lamentó Velázquez.
A pesar de las palabras de Ernesto Mancino apenas asumió la presidencia del Concjelo llamando al trabajo a los concejales, los resultados se vieron apenas en dos aspectos fundamentales: el tratamiento de expedientes previamente conversados entre las partes para garantizar vía acuerdo ciertas cuestiones de funcionamiento comunal (las OFI, los presupuestos, etc) y una impresionante cantidad de minutas de comunicación y proyectos de resolución que se elaboraron desde la oposición para pedir informes que tampoco consiguieron mayor respuesta del Ejecutivo.
En realidad el retraso no sólo afecta la reapertura de las dos concesiones, sino que entorpece la terminación del armado del plan de ordenamiento costero integral que la gestión de Facundo López tiene en carpeta y es un anhelo desde que asumió en 2015.
Con la impronta de "romper la estacionalidad" que intentó ponerle la gestión López a las políticas en turismo, los retrasos del último año, que es electoral y tiene al intendente buscando la reelección, se interpretan con una intencionalidad política, dado que el cuerpo legislativo goza de mayoría de bloques opositores, incluyendo la presidencia.
Un tercer proyecto que duerme en el Concejo es el planteo para concesionar la Terminal de Omnibus, una idea que se presentó buscando aggiornar el lugar considerado puerta de entrada de buena parte del turismo que llega todos los veranos a la ciudad. Meses atrás la Comuna había informado acerca del trabajo que intenta llevar adelante en el lugar, actualmente mantenido por una cooperativa que busca regularizarse para seguir funcionando correctamente.
Desafortunadamente el expediente no encuentra vías de avance entre los concejales y tanto el mejoramiento del edificio como la situación irregular de los trabajadores cooperativistas deberán esperar.
Los "atrasos voluntarios" del Concejo también afectan a la seguridad, sobre todo para la temporada en las playas: por un lado, no avanza el convenio con los guardavidas y, por el otro, la nueva normativa para las bajadas de vehículos en las playas se encuentra inactiva y sin tratamiento.
El convenio con los guardavidas intenta dar mejoras en las condiciones de trabajo de los rescatistas, estableciendo plazos de trabajo y obligaciones y derechos que fueron negociados sostenidamente entre las partes a lo largo de los últimos 4 años. La falta de aprobación de este convenio podría causar inconvenientes en el inicio de la temporada.
Por otro lado, el proyecto para regular las bajadas de vehículos a la playa también se considera un problema que requiere una solución urgente que el legislativo parece no tener en cuenta. La normativa se desarrolló por el Ejecutivo como una reacción al terrible accidente por el cual un niño de dos años perdió la vida cuando una camioneta que circulaba por la arena de la playa lo aplastó el 25 de diciembre pasado, desatando un debate que se extendió al ámbito legislativo. En aquella oportunidad, los legisladores coincidían en la necesidad de normar el uso de vehículos en la playa, algo que ahora está pendiente.
Así las cosas, a pesar de algunos voluntarismos expresos, el HCD ha transcurrido todo el año sin mostrar demasiado interés en la previsión del Ejecutivo a la hora de trabajar de cara a la llegada de los turistas y también la seguridad de los locales en el verano. Las quejas del Ejecutivo se oyen por lo bajo, aunque parecen quedar relegadas en el fragor de las campañas.
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