Los cubanos votaron en unos comicios municipales que son el arranque del proceso electoral que marca un recambio generacional en el poder.
El primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel, previsible sucesor de Raúl Castro, apostó ayer por la continuidad del socialismo. “Yo no concibo las rupturas en nuestro país, creo que ante todo tiene que haber continuidad”, dijo Díaz-Canel, de 57 años, a la prensa después de depositar su voto en un colegio electoral de la capital cubana.
Díaz-Canel, designado por el propio Raúl Castro como su “número dos” en 2013, suena como el aspirante más plausible para suceder al mandatario, cuando éste deje la Presidencia en febrero de 2018, a los 86 años, como ha prometido. Aunque eludió pronunciarse sobre la posibilidad de que sea el próximo dirigente de Cuba, Díaz-Canel aseguró que en el futuro “habrá presidentes siempre defendiendo la Revolución y serán compañeros que saldrán del pueblo”.
“Hoy estamos haciendo un voto por la Revolución, la patria y el socialismo”, lo que enviará “un mensaje a los que quieren hacer cambiar o imponer condiciones de que este es un pueblo que no se va a doblegar”, dijo en referencia a las nuevas tensiones con EE.UU., que ha impuesto a la isla nuevas sanciones tras la llegada al poder de Donald Trump.
Los cubanos votaron para elegir a un delegado del poder popular, figura equivalente al concejal, por cada una de las 12.515 circunscripciones electorales que hay en el país, que integran las 169 asambleas municipales (ayuntamientos) que iniciarán nuevo mandato en los próximos días. De entre los delegados elegidos ayer saldrán los candidatos a diputado de la Asamblea Nacional en las elecciones generales que deberán celebrarse en los próximos meses, pero para las que todavía no hay fecha.
El nuevo Parlamento que salga de esa elección será el encargado de ratificar el próximo 24 de febrero al nuevo presidente de Cuba, a propuesta del Consejo de Estado, lo que supondrá un recambio generacional en el poder. Anteayer se cumplió el primer aniversario de la muerte de Fidel Castro.
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