La madrugada del 26 de mayo el líder de Los Monos moría acribillado frente al boliche Infinity Night de Villa Gobernador Gálvez. Tras ello hubo asesinatos, presos y una pesquisa.
Aquel domingo 26 de mayo de 2013, cerca de las 5.30, una brutal balacera se desencadenó frente a la puerta del boliche Infinity Night de Villa Gobernador Gálvez. Al parecer “El pájaro”, que previamente había estado con unos amigos en la disco rosarina Yamper, se apartó del grupo unos metros cuando fue alcanzado por seis balas 9 milímetros.
Primero se dijo que le habían disparado desde una camioneta, luego desde una moto, y hubo una versión de que alguien se le acercó y le tiró a quemarropa. Lo cierto es que con múltiples heridas Cantero fue trasladado al Hospital de Emergencias. Pero murió antes de llegar. En el ataque también fueron heridos dos jóvenes que estaban con él: Lisandro Mena, de 19 años, que recibió un tiro en la pierna y otro en el cuello; y Jesús Gorosito, de 28, quien fue atendido por el impacto de esquirlas. Ambos fueron investigados por sus vínculos con Los Monos, pero no recibieron imputaciones. Y el pasado 24 de diciembre, luego de unos meses preso por amenazas, Mena fue asesinado de cinco tiros a metros del casino.
Coletazos. El crimen de Cantero desató un vendaval de muertes como represalia. La primera fue al día siguiente cuando Diego Demarre, dueño de Infinity Night, volvía a su casa tras declarar en los Tribunales por lo ocurrido la noche anterior frente a su boliche. De 32 años, “El tarta” fue asesinado en bulevar Seguí y Maipú de cinco balazos disparados desde un auto que se puso a la par de su Peugeot Partner. Su pareja, que iba en el asiento del acompañante, resultó ilesa.
En diciembre pasado Ariel Máximo “Guille” Cantero, un hermano de “El pájaro” detenido desde junio y procesado como líder de Los Monos, fue acusado de ser quien le disparó a Demarre desde un Volkswagen Bora blanco. Se determinó a partir de imágenes registradas por una cámara de vigilancia. Según la investigación, “El tarta” fue seguido desde Tribunales por allegados a los Cantero, quienes en comunicación con “Guille” le aseguraron cuál era su posición y recorrido.
Entonces se decía que ese crimen podía explicarse por la presunción de los Cantero de que Demarre había entregado a “El pájaro”. Ya por esos días se hablaba de la presencia de un tal Milton entre los ejecutores, pero no se especificaba si era Milton Damario o Milton César. Como sea, fue la familia de este último el blanco de la venganza la tarde siguiente, cuando acribillaron una camioneta frente al semáforo de Francia y Acevedo, frente al Distrito Sudoeste.
Allí murieron en el acto un hermano de César, Nahuel, y un amigo de la familia, Marcelo Alomar, quien conducía el vehículo. Dos hermanos pequeños de Milton se salvaron ya que sus padres los cubrieron de los disparos efectuados por al menos dos motociclistas. Pero seis meses después falleció Norma, la madre de Milton, quien desde el ataque había estado internada y cuadripléjica.
Días después, aún prófugo, Milton César dijo en una entrevista radial: “Nunca maté a nadie. El apellido del primer asesino que dieron a conocer lo quieren cambiar por el mío, no tengo nada que ver”. Lo apresaron el 12 de junio acusado del crimen de Cantero, aunque en septiembre obtuvo falta de mérito.
Justamente, por esos días fueron apresados tres jóvenes a quienes se les imputó el triple crimen de Francia y Acevedo. Según fuentes judiciales, los hermanos Luis y Walter S. permanecen imputados —uno detenido y otro con prisión morigerada— como coautores o partícipes; y Cristian M., a quien le otorgaron la falta de mérito.
Presos. Si bien el crimen de “El pájaro” desató un vendaval de sucesos con impactos variados en el ámbito político, judicial y criminal, un año después todavía no hubo procesamientos, aunque hay cinco detenidos con diferentes acusaciones. Como autores materiales están sindicados Facundo “Macaco” Muñoz, apresado unos 15 días después del crimen, y Milton Damario, de 25 años, quien cayó en septiembre.
Damario era además buscado por otros homicidios: el de Juan Pablo Colasso (noviembre de 2012) y el de Fabio López (abril de 2013), ambos en Villa Gobernador Gálvez, así como el de Lucas Espina, en enero de 2013 en Tablada. Recientemente la Justicia se expidió sobre dos casos en los que también estaba acusado: en marzo recibió —con su hermano José— la falta de mérito por el crimen de Norberto Germán Armanino, ocurrido en 2011 en Uriburu e Hipócrates, y en abril fue condenado a 4 años por narcotráfico.
Asimismo, en agosto fueron apresados Sebastián Salazar, de 21 años, y Leonardo González, de 29, acusados de encubrimiento agravado. Tanto a estos dos como a Damario y Muñoz se los ha vinculado con Luis “El pollo” Bassi, un ex barra de Newell’s de Villa Gobernador Gálvez a quien se sindica como el autor intelectual del crimen de Cantero.
Bassi, de 28 años, también estuvo prófugo por la causa y se entregó en septiembre. Desde que está detenido, además de haber sido procesado por el crimen de Colasso también sufrió la muerte de dos hermanos suyos que fueron asesinados en la remisería de su familia en Villa Gobernador Gálvez.
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