El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, dijo ayer que con la nueva ley para el mercado de capitales, el sistema financiero vuelve a tener relación con la economía real. “La percepción hoy de la gente es que es una cueva de piratas donde se timbea”, señaló el funcionario durante la conferencia “El capitalismo nacional y la integración regional”, en el auditorio de Tecnópolis.
El encuentro fue organizado por la Secretaría de Comercio Interior junto con la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC). Lorenzino participó del primer panel de la jornada. Fue su primera aparición en público luego de que la Cámara de Apelaciones de Nueva York suspendiera el fallo del juez Thomas Griesa para que el país pague a los fondos buitre de contado. En ese sentido, sólo se refirió a la baja en la calificación de Fitch, quien alertó sobre un posible default argentino. “¿Qué cambió para que los bonos subieran 20 por ciento (como lo hizo anteayer)? ¿Qué condiciones objetivas se modificaron? ¿Cómo va a explicar Fitch que no pasó lo que dijo que iba a pasar?”, sostuvo Lorenzino, quien apuntó sobre la “nota ridícula” que dio a la deuda argentina (“CC”).
Luego, en su discurso, se focalizó en los alcances de la flamante ley de mercado de capitales. “La CNV pasó a ser un actor central y no de reparto en la regulación de ese mercado”, señaló en referencia a las mayores atribuciones que tendrá la Comisión. “Es una actualización, en línea con lo que pasa en el mundo, dado que en ningún mercado de capitales de cierta importancia, los propios actores se controlan y sancionan a sí mismos. Eso se terminó. Ahora tenemos una CNV mucho más fuerte, encargada de controlar y regular el mercado, impulsar la federalización y la desmutualización, y sancionar eventuales desvíos”, dijo el ministro.
Lorenzino señaló que el “corazón de la ley y las mayores expectativas están puestas en la promoción de un rol más activo en la creación de instrumentos y canales para llegar al ahorro”. “Nos perdemos un poco si sólo vemos los aspectos regulatorios de la nueva ley, que son importantes, pero no lo son todo”, dijo. “El corazón de la ley y las mayores expectativas radican en la promoción de un rol más activo en la creación de instrumentos y canales para llegar al ahorro”, agregó. La reforma abre un canal para que los pequeños inversores, las asociaciones sindicales, las organizaciones profesionales y “todas las instituciones financieras puedan canalizar el ahorro nacional hacia el desarrollo productivo”.
Esto se logrará a partir de la simplificación de los procesos de autorización de valores negociables para lograr un mercado de capitales más simple, sin duplicación de trámites y requisitos, reduciendo costos económicos y burocráticos. El objetivo es entonces fortalecer las fuentes de financiamiento y “generar un mercado de capitales local a la altura del desarrollo de la región”. “Nuevos proyectos se pondrán en marcha, se generarán nuevos empleos, se pagarán impuestos y habrá mayor posibilidad de que el Estado siga interviniendo, como ocurre con el modelo actual”, señaló. Un grupo de empleados de la Bolsa de Comercio estuvo presente durante el debate en la Cámara alta reclamando garantías sobre sus puestos de trabajo. La respuesta de Lorenzino fue en esa línea.
“El desafío es que los sistemas financieros vuelvan a lo que nunca debieron haber perdido, a su relación con la economía real. Esto es lo que tenemos que recuperar, porque nos habíamos acostumbrado a pensar en los mercados de capitales como un ámbito en el que reina la especulación, que en sí no es mala, pero pierde sentido cuando es su único fin.” “Ahora tenemos una ley de la dictadura menos, que ha sido modificada por una ley de la democracia. que es superadora del statu quo actual”, concluyó el titular del Palacio de Hacienda.
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