“Antes nos tuvimos que ir y ahora nos llaman en plena crisis”, dijo
El intendente Gustavo Sáenz, quien ahora capitaliza el éxito electoral del domingo, anticipó que no volverá al PJ, que aún no quiere hablar de perspectivas para 2019 y que, a pesar de su amistad con Sergio Massa, que presentó como inalterable, lo más probable es que dentro de dos años “sigamos acompañando a Mauricio Macri”.
El jefe comunal fue la figura central de la conferencia de prensa que ofrecieron ayer los electos de Un Cambio para Salta y Cambiemos País.
Sáenz estuvo acompañado por los diputados electos Bettina Romero, Andrés Suriani y Gladys Moisés, los concejales Matías Cánepa y Alberto Castillo y el diputado nacional electo Martín Grande.
Una de las grandes estrellas del domingo, Guillermo Durand Cornejo, que remontó una diferencia abismal frente a Adrián Valenzuela en la pulseada por la banca de senador por capital, estuvo ausente. “Está en Buenos Aires haciendo lo que es ‘de vido’”, ironizó Sáenz. El intendente dedicó la conferencia de prensa a analizar la remontada electoral y a tomar distancia con el gobernador JUAN MANUEL URTUBEY.
“Creo que yo era el único que pensaba que Guillermo podía ganar; yo sabía que era posible porque lo había hecho hace dos años. Lo que hicimos fue salir a los barrios y mostrar todas las obras que se están haciendo y las que se van a hacer”, explicó.
“Hay logros para mostrar. Hubo mil millones de pesos en obras de agua y saneamiento en Rivadavia que el kirchnerismo jamás hubiera hecho, porque no van a traducirse en demasiados votos”, agregó Sáenz. El jefe comunal destacó la importancia de “haber mantenido el mismo frente desde 2015 y realizar un trabajo coherente”.
“Si Macri se presenta para la reelección probablemente estemos como aliados de él”
Con el PJ
Frente a una pregunta acerca de los cambios de Gabinete que anunció el martes Juan Manuel Urtubey, Sáenz afirmó que “yo no cambié a nadie después de las PASO porque creo que los que ganan o pierden son los candidatos”.
También se refirió a la posibilidad de una vuelta al PJ, como propuso el gobernador. “Nos invitan a la casa cuando la dejaron vacía”, ironizó.
Tanto al referirse a su vínculo con Massa como al rol del justicialismo, Sáenz repitió varias veces que “después del daño que le hizo el kirchnerismo a los partidos, la renovación va a ser muy difícil”.
“Mientras Cristina siga en el medio, no se va a poder hacer nada por el PJ”, enfatizó.
Sobre la convocatoria “amplia y plural de Urtubey” repitió que “primero nos echaron y ahora, que la crisis es fuerte, nos llaman”.
Candidaturas
Frente a la pregunta acerca de si será candidato a gobernador, consideró “una falta de respeto lanzar una candidatura ahora; todos tenemos aspiraciones, pero las urnas han hablado con claridad. Los salteños quieren y necesitan obras y gestión; necesitan un gobierno municipal y una legislatura que trabajen con seriedad. De una vez por todas, periodistas y políticos deberíamos asumir que hay muchas cosas que a nosotros nos inquietan y que son ajenas a la gente”, respondió al ser consultado sobre si los candidatos que quedaron afuera de las cámaras y el Concejo podrían ocupar cargos en el gabinete municipal.
En la Cámara
A Bettina Romero le preguntaron acerca de la posibilidad de que Santiago Godoy sea reelecto como presidente de la Cámara de Diputados. El fogueado legislador había realizado declaraciones al respecto, adelantando que el oficialismo tiene el número suficiente para conservar la conducción.
“Ese es un tema que solo puede obsesionar a Godoy; yo por ahora estoy pensando en cómo desarrollar una gestión que brinde respuestas y mejore la calidad de vida de la gente. Los salteños votaron por una provincia normal y yo solo quiero trabajar para lograrlo”, dijo la legisladora electa.
Un PJ partido y un rival casi enigmático
Los pronunciamientos de Juan Urtubey, el martes, y de Gustavo Sáenz, ayer, dejaron muchos interrogantes y escasas definiciones. El justicialismo salteño aparece golpeado. Más que la derrota, duele que los derrotados hayan sido extrapartidarios a los que llamaron en la crisis y que naufragaron en una tormenta electoral.
Existe la presunción de que el gran ganador en Salta fue Mauricio Macri, quien se fijó el objetivo y aprovechó la mano del intendente Sáenz. El apoyo económico para financiar obras fue la contrapartida de un funcionario dispuesto a recibirlas y mostrarlas. Más allá de que sea apresurado hablar de 2019, hay indicios de que no solo los nombres sino los escenarios y las estrategias están cambiando, y mucho.
Bettina Romero y Durand Cornejo duplicaron los votos respecto de las PASO. Es claro que los votantes de Bernardo Biella no eligieron al urtubeicismo sino a un candidato de perfil más ortodoxo que Adrián Valenzuela. ¿Esto significa que ya están en las gateras los candidatos a suceder a Urtubey? Difícil asegurarlo. Más allá de los deseos, en un país que parece estar en plena transformación es difícil predecir el futuro. Nadie puede apostar hoy si la “ola amarilla” seguirá avanzando o se detendrá. La experiencia argentina acumula muchas frustraciones.
El peronismo suele considerarse experto en resurrecciones pero, esta vez, la grieta esta adentro, es medular, y enfrente tiene un adversario con recursos desconocidos.
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