El candidato a concejal del Frente Renovador dijo que es necesario “equilibrar fuerzas” en el Legislativo. Y aseguró que está dispuesto a firmar ante escribano público que se mantendrá como opositor al kirchnerismo.
Esposo de la ex senadora provincial (PJ) Cristina Rasquetti, Casamayouret se inició como militante en la Juventud Peronista durante sus épocas de estudiante en la Facultad de Odontología platense, aunque ésta es su primera experiencia formal.
Hace cuatro años fue tentado a postularse como concejal del denarvaísmo, aunque finalmente rechazó la propuesta. “No me convencía esa opción”, dice.
-¿Por qué ahora sí decidió participar?
-Uno fue dejando espacios que tampoco fueron aprovechados. Hubo casos de borocotización y de tránsfugas que se fueron de un lugar a otro. No creo que la gente se sienta representada por los concejales que tiene.
-¿Cuál debería ser el rol de los concejales?
-Representar como corresponde al ciudadano de a pie. Hoy el Concejo es una escribanía, un grupo de levantamanos. Cuando hay tanta diferencia entre una fuerza y las otras, no se puede hacer mucho y tampoco dialogar. En esta elección afortunadamente las fuerzas se van a equilibrar.
-¿Cree que el deterioro del kirchnerismo a nivel nacional se va a trasladar a lo local?
-Sí, a nivel local también se observa un desgaste. No van a tener la misma fuerza ni van a ser favorecidos por el arrastre de Cristina, que ahora los va a arrastrar hacia abajo. Además, Massa tiene mucha energía, representa el cambio y tiene posibilidad de unir a mucha gente que está dispersa y desilusionada con el kirchnerismo.
-Muchos desconfían de las verdaderas intenciones de Massa. Lo ven como un "Caballo de Troya".
-El Caballo de Troya está en algunas líneas internas que se meten a trabajar en el massismo intentando ocupar espacios que son de la oposición.
-¿Lo dice por Carolina Torrilla?
-Y… Esa lista es poner una pata del Frente para la Victoria dentro del Frente Renovador. Nosotros ocupamos el espacio de febrero. Cuando se hizo una reunión de la tercera en Cañuelas, vino el Pato Galmarini, un montón de dirigentes de la tercera, del massismo puro. Y ahí Carolina Torrilla no estaba. El de ella es un armado de último momento.
-¿Cree que hay una estrategia del arrietismo detrás de eso?
-No lo sé, uno puede sospechar eso. Carolina Torrilla es empleada municipal. Su marido también lo es. Muerza trabajó para el FPV en algún momento…
-¿Cuál es el mensaje que les dio Massa?
-No descartar lo bueno que hizo el gobierno anterior; tomar lo bueno y trabajar para hacer cosas nuevas.
-¿Qué es lo bueno que hizo el kirchnerismo en Cañuelas, que se debe mantener; y qué cosas se deben mejorar?
-Se fortaleció el parque automotor y se trabajó bien en gestión. Desde el discurso, sabemos que entró mucho dinero. Nunca un gobierno local tuvo un apoyo nacional y provincial tan importante. Pero si comparás Cañuelas con otras localidades, ese dinero no se ve volcado en un desarrollo concreto. En otras localidades se observa una claro progreso en infraestructura, cosa que acá no ha sucedido. Tampoco hay acceso a los datos del gobierno local. Es necesario transparentar la gestión.
¿Cómo ve la seguridad en el distrito?
-Hace un año ocurrió el crimen de los Massa y no se han modificado sustancialmente las cosas. Falta un gran plan de prevención.
-En la elección del 2009 la gente apoyó fuerzas nuevas que luego terminaron decepcionando. Ocurrió en Cañuelas con la elección de los concejales Daher e Irigoyen, que ingresaron por el denarvaísmo y el PRO y terminaron plegados al oficialismo. ¿Qué garantías hay de que no va a suceder lo mismo con ustedes?
-Sergio acaba de firmar su renuncia automática ante escribano en caso de que habilite la reelección. Nosotros estamos dispuestos a hacer lo mismo. Si es necesario vamos a firmar ante escribano que nos mantendremos leales a un proyecto de renovación como es el de Massa.
Comentá la nota