Sí, fuimos a acompañar a un movimiento que en la provincia de Buenos Aires fue creciendo a partir de la iniciativa del ex presidente Néstor Kirchner y ahora quien tomó la posta es Alicia.

Está conformada por dirigentes y grupos sociales que se fueron organizando para generar una opción más. Muchos son integrantes que están en el justicialismo y otros pertenecen a fuerzas sociales, lo que responde a esta dinámica de mayor participación y de esa famosa frase “que florezcan mil flores”.

Es muy saludable que haya estas expresiones políticas en la provincia de Buenos Aires por eso acompañamos. Tuve la posibilidad de estar un rato con Alicia e intercambiar opiniones acerca de la realidad.

Es una iniciativa que viene a enriquecer las distintas expresiones del oficialismo en la provincia de Buenos Aires.

RP.- ¿Cómo están las relaciones entre las distintas líneas del kirchnerismo?

A nivel nacional, la espera acerca de la confirmación de la candidatura de la presidenta es lo más relevante. Es una cuestión de tiempos y estamos esperando que se confirme lo que todos deseamos y saber quién la va a acompañar va a ser una señal para quienes integramos el espacio. No hay ninguna duda de que quién conduce y quién es la gran referente del proyecto nacional.

A nivel provincial, también es indudable que la candidatura de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires es la que respaldamos quienes estamos dentro del justicialismo y del Frente para la Victoria. También hay algunas expresiones que simpatizan con el proyecto nacional pero estamos absolutamente convencidos de que hay que encolumnarnos detrás del gobernador porque es quien expresa con mayor claridad el proyecto.

En la ciudad de La Plata, ojalá que podamos confluir en un esquema de unidad. Ha sido siempre mi voluntad y pudimos charlar con algunos sectores más que con otros. En caso que no lo logremos, la democracia tiene salidas extraordinarias y positivas porque generan mayor participación popular.

En este caso, las primarias abiertas y simultáneas del 14 de agosto van a terminar dirimiendo las candidaturas. Si no hay unidad previo a eso, las primarias son la solución ideal.

RP.- ¿Cómo ves a la oposición actual, teniendo en cuenta las especulaciones que hay con el acuerdo entre Alfonsín y de Narváez?

La verdad, nosotros tenemos que pensar en nuestro espacio, en ver cómo le ofrecemos a la sociedad la posibilidad de continuar este proceso de transformación extraordinario que se inició en el 2003.

La posición ha visto que hoy la sociedad está mayormente con el gobierno y, en consecuencia, intentan cualquier tipo de estrategia destinada a captar votos. En ese sentido, no tienen ningún prejuicio en ir en una mezcla con la cual cualquiera que admire a Alfonsín se espantaría. El acuerdo entre de Narváez y Alfonsín es la mezcla del agua y el aceite.

Seguramente, en el momento de elegir, la gente verá qué es lo genuino. Lo nuestro. Es el proyecto nacional en todas sus expresiones. Y la oposición no es más que una suma de distintas fuerzas que no saben bien qué es lo que quieren. En el fondo se parecen a versiones de segunda categoría de la Alianza y todos sabemos cómo terminó eso.