Aunque están obligados por ley, la mayoría de los municipios no cuentan con un plan de gestión de riesgo para atender emergencias. Para revertir la falla, y ayudar a las comunas, Provincia lanzó un manual.
La inundación de 2013 en La Plata, en la que murieron, al menos, 89 personas, fue la dura certificación de que en el rubro catástrofes, los municipios no estaban preparados, y que en Buenos Aires, la realidad podía superar a la ficción. A partir de ahí, algo se empezó a procesar. Al año siguiente se comenzaron a construir desde la Provincia las bases para que los distritos armen su propio plan de emergencia, algo a lo que están obligados por una ley del año 1963 pero que pocos cumplen.
Dos años más tarde, en 2016, se creó desde la Dirección Provincial de Defensa Civil una especie de manual para que los distritos puedan cumplir con la legislación. Así nació el “Formato Modelo para la Elaboración de un Plan Estratégico Municipal de Manejo de Emergencias de la Provincia de Buenos Aires”. Un ayuda memoria para que las comunas elaboren su plan de riesgo. Pero a la movida se plegaron apenas 27 de las 135 comunas que existen en el territorio bonaerense.
Ahora, con el objetivo de revertir esa irregularidad, el gobierno de María Eugenia Vidal dio un nuevo paso en la edificación del programa local para atenuar los efectos de posibles emergencias o desastres. A través de una resolución del Ministerio de Seguridad derogó la norma de 2016 y lanzó la “Guía metodológica para la elaboración del Plan de Emergencia Municipal 2019”. Un compendio de asistencia para la producción del programa de gestión de riesgo que los municipios deben, obligatoriamente, armar para intervenir en la mitigación, manejo y rehabilitación de emergencias o desastres de cualquier tipo.
“Detectamos que el Municipio necesitaba ayuda, y la forma fue con esta guía, que va a colaborar en la elaboración de los planes y protocolos para cualquier tipo de emergencia”, asegura a La Tecla el Director Provincial de Defensa Civil, Luciano Timerman.
La guía está organizada en siete capítulos: “Inicio e introducción”, “Marco normativo”, “Objetivos”, “Contexto”, “Amenaza”, “Plan de contingencia” y “Seguimiento y actualización”. Adentro se abordan, a través de 18 documentos, contenidos relacionados con la formulación del plan. Cada capítulo contiene información sugerida sobre los pasos que pueden facilitar dicha formulación, y el desarrollo final de los siete ítems construyen el denominado “Plan de Emergencia Municipal 2019”.
La nueva guía, que ya fue enviada a todos los municipios, está acorde con los lineamientos y estándares internacionales, además de las normas y leyes nacionales y provinciales. Las comunas deberán ahora presentar ante Defensa Civil de la Provincia su “Plan Municipal de Emergencia 2019”, y el Estado bonaerense, luego los homologará.
“Hay municipios que han entendido la importancia de esto y han desarrollado la gestión de riesgo para las respuestas y trabajan con la comunidad preparándose”, repite Timerman para magnificar la gravedad de no tener una metodología para atender desastres, naturales o no.
La intención de que los municipios cuenten con el plan, no solo se trata de una idea del Gobierno bonaerense para dar cumplimiento a la ley. Va más allá. Las catástrofes cuestan vidas y, además, millonarios recursos. Para muestra, basta un botón: según datos de la Organización Meteorológica Mundial y de Naciones Unidas (ONU), durante el año pasado se produjeron en el mundo 14 catástrofes naturales relacionadas con el clima, que provocaron 247 muertes y costaron 91.000 millones de dólares, algo así como cuatro presupuestos anuales de la provincia de Buenos Aires.
Por eso, el titular de Defensa Civil lanza la advertencia: “Lamentablemente, las emergencias y catástrofes van a seguir ocurriendo, y en la Provincia debemos estar preparados”.
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