Intendentes, legisladores y dirigentes sin tierra posaron juntos en Olavarría. La única manera de competirle a Kicillof. Masculinidad, chicana a JM y faltazo.
Por Pablo Lapuente
Mientras halcones y palomas amarillos se quitan los ojos en la superestructura y el Frente de Todos (FdT) se desgasta en la disputa por la conformación (o no) de la bendita mesa nacional, los líderes bonaerenses del PRO tuvieron este viernes en esta ciudad su primera fotografía conjunta del año, con la que buscan diferenciarse de la interna a cielo abierto que transitan sus jefes políticos y comenzar a escribir una suerte de manual de buenas conductas internas para hacerle frente sin fisuras al gobernador y candidato del peronismo en Buenos Aires, Axel Kicillof. Consensuaron blindar una veintena de distritos y abrir la posibilidad de internas en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en los demás.
En un marco de gran hermetismo, según pudo saber Letra P mapearon la provincia de Buenos Aires para ver en qué distritos podrían habilitar competencias internas y en cuáles no. Si bien hasta el momento no hay unanimidad al respecto y esperan ver caso por caso, expresaron cierto consenso en no habilitar competencias en los 20 distritos que controlan. Distinto es el caso de los dirigentes que no gobiernan sus distritos pero que ganaron las últimas elecciones.
Estas definiciones inconclusas pretenden darlas en una nueva mesa colegiada que contemple todos los intereses políticos del partido; de ahí que en este primer encuentro hayan estado presentes los cuatro candidatos a la gobernación que tiene el PRO: Diego Santilli, Cristian Ritondo, Néstor Grindetti y Javier Iguacel.
Si bien la idea era que haya un baño de humildad para algunos, que les permitiera achicar las listas a una o dos personas, no se trató el tema. “Hasta que no se definan las candidaturas nacionales, cualquier acuerdo que podamos hacer en la provincia va a ser difuso, pero queremos dar un mensaje de unidad pese a todo”, dijo a este medio uno de los asistentes al almuerzo en la estancia Rincón Soñado, ubicada en la localidad olavarriense de Sierras Bayas.
Las voces consultadas coincidieron en que el encuentro fue en un clima sin tensiones, en el que compartieron empanadas fritas de entrada y asado de plato principal. Cada uno de los presentes salió con una discreta bolsa de madera que contenía un vino tinto de la región y un espumante.
Aún así, fieles a la pelea pública entre halcones y palomas, que tuvo su máxima expresión en la discusión vía Twitter entre Fernando Iglesias y Florencia Arietto, corrieron algunas chicanas bonaerenses: contra Santilli, por haber sido el último en llegar, justo después de que sus pares tocaran temas de gestión que le son ajenos a un diputado, y contra Jorge Macri, quien por poco se pierde la fotografía que se tomaron con las sierras de fondo. “Los porteños no salen en la foto”, le gritó un jefe comunal del conurbano, el mismo que algunos critican por mostrarse enfáticamente como el principal conocedor de la realidad bonaerense.
Si bien se esperaba asistencia perfecta, hubo numerosas ausencias. De los 19 intendentes y una intendenta que tiene el sello que fundó Mauricio Macri, sólo fueron los ocho que lideran sus secciones electorales: Grindetti (Lanús - Tercera), Julio Garro (La Plata - Octava), Diego Valenzuela (Tres de Febrero - Primera), Pablo Petrecca (Junín - Cuarta), Guillermo Montenegro (General Pueyrredón - Quinta), Héctor Gay (Bahía Blanca - Sexta), Javier Martínez (Pergamino - Segunda) y Iguacel (Capitán Sarmiento - Segunda), además del anfitrión, Ezequiel Galli (Olavarría – Séptima).
Además de ellos, también estuvieron los dos principales representantes en la Cámara de Diputados bonaerense, Adrián Urreli y Alex Campbell; y del Senado, Christian Gribaudo y Alejandro Rabinovich; además de Martiniano Molina y Ramiro Tagliaferro, exintendentes y referentes de Quilmes y Morón, respectivamente.
Los múltiples nombres presentes dieron cuenta de una ausencia destacable: las mujeres. La única intendenta del PRO, Soledad Martínez (Vicente López), no asistió. Tampoco estuvo la vicepresidenta del partido, la senadora Daniela Reich. Estaba previsto que asistieran.
De todos modos, a la salida del encuentro, que duró cerca de tres horas, los encargados de mostrar una postura pública fueron Galli, Grindetti y Rabinovich, quienes se circunscribieron a hablar de temas de gestión local, los reclamos al gobierno provincial y, nuevamente, a denunciar la aparente adulteración de datos del CENSO 2010 en La Matanza, el distrito más grande del país, que gobierna el peronista Fernando Espinoza. La de este viernes fue la primera juntada de una mesa que pretende tener regularidad: dentro de dos semanas, volverán a verse las caras en La Plata.
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