Una pausa en su lucha para celebrar una organización que lleva 3 años en una dura pelea por la vivienda y el trabajo, con grandes pasos, pero con grandes esfuerzos de una clase que no se resigna.
En una vieja pizzería de Lomas, reconvertida en centro cultural del PTS, la gente se amuchaba escapando del frio, salude a un grupo que charlaba en la puerta y entre. La calidez es la palabra para describir el momento, no solo por el aroma a comida casera, sino por las sonrisas, los abrazos de viejos y nuevos compañeros de lucha, recordando con ojos vidriosos los primeros días de una dura pelea. Viendo como los niños que correteaban por el lugar habían crecido tanto. Todo trascurría entre empanadas y unas bebidas, la previa del guiso de lentejas.
Recordemos un poco: en plena pandemia, una vez más en esta sociedad tan excluyente, muchas personas tuvieron que elegir entre pagar el alquiler de la pieza o comer. Muchas de ellas madres solteras, con trabajos precarios, y haciéndose cargo de sus hijos. Sin alternativas ni asistencia ocuparon un terreno en desuso en Guernica, que según decían los funcionarios del gobierno municipal de Blanca Cantero y el provincial de Axel Kicillof, estaban destinado a emprendimientos inmobiliarios, de un countries. Luego se vio que los supuestos dueños estaban flojos de papeles y con muchas deudas. Pero en una sociedad de casas sin gente y gente sin casas, rápidamente comenzó una campaña de desacreditación de los que pelean por sus derechos, cualquier parecido con Jujuy no es casualidad, con el flamante ministro de seguridad Sergio Berni bajo el mando de Kicillof, lejos del kici-love de la campaña, encabezaron un violentísimo desalojo bala y fuego quemando lo poco que la gente tenía. Esta es la única respuesta que dan los estados a las demandas esenciales de la población.
El operativo al mando de Sergio Berni que reprimió a las familias de Guernica y quemó sus casas
Es muy curioso como se nos inculco la idea del “sueño” de la casa propia, cuando en realidad más que un sueño es un derecho; el derecho a la vivienda digna.
Previo a este primer desenlace, en el medio de las necesidades más elementales, nació una organización, encabezada principalmente por mujeres. Esta organización comenzó a rodearse de solidaridad y hacer una experiencia política de avanzada, llevando a delante los métodos más elementales de la lucha de clases.
En el centro cultural mientras esperábamos el guiso, con mucha emoción Nicole, una de las madres jóvenes de la Asamblea Permanente de Guernica, recordaba con mucho orgullo esos primeros días, Susana contaba como la gran mayoría de gente no sabe lo que es buscar un plato de comida para sus hijos, algo de ropa, con frio con calor, con changas miserables para sobrevivir, masticando bronca de la puertas que se cierran y la indiferencia impuestas de la sociedad, para que luego sus hijos estén sometidos al mismo espiral de precarización de la vida. Pero con mucho orgullo decían, que salieron a pelear, y que cada paso en la calle y cada palazo de la policía y de este sistema represor, “son los palos de hoy para que mis hijos no lo vivan” “Cuando querés levantar la voz te dicen que sos un delincuente, como pasa en Jujuy”, decían con un destello de orgullo en sus ojos, de aquel que enfrento el sistema y no se arrodillo ante él.
Entre las anécdotas contaban como cocinaban, ordenaban la ropa de los pibes y organizaban una marcha, y le daban la comida a sus hijos, una de las principales razones de sus peleas, de nuestras peleas, con mucha bronca. Una de las compañeras criticaba la gente que hipócritamente critica cuando ven a chicos en una movilización, “como no van estar si son nuestra vida”. Para todos esos que critican les será muy difícil entender lo que es para nosotras poner el cuerpo y alma a nuestras batallas por una sociedad mejor, y todos los que tenemos hijos, poder tener el orgullo de mirar a tus hijos a los ojos y decirle que hiciste todo lo que pudiste por dejarles un mundo mejor, es inmenso orgullo llenaba el pecho de las compañeras.
Otra compañera contaba, “Veíamos en Francia como avanzaban sobre los trabajadore y como estos se plantaban ante la represión, sabíamos que a nosotros no pasaría lo mismo, por eso nos organizamos” Esto no puede quedar como una frase al pasar, esto demuestra los valores de la clase trabajadora, que no tiene fronteras, y que cuando avanza en conciencia rápidamente rompe todas las barreras impuestas, entre ocupados y desocupados, nativa o extranjera.
Dos compañeros estudiantes de medicina recuerdan una vieja frase; ¿Profesionales para qué?, si no se es profesional para ayudar a nuestra clase, el pueblo trabajador, ¿para qué se sino?. Recordaban como en el medio del conflicto y en el frìo del descampado Guernica, habían armado postas de salud, asistiendo a todos, con los ojos vidriosos recordaban como inventaban tratamientos para los más pequeños que llegaban muy enfermos, y con una gran sonrisa hoy los miraban jugar a su alrededor.
Lo mismo las docentes que habían puesto en pie la escuelita, que combinaba, el merendero, los juegos y la contención para los peques, esa que solo las docentes pueden dar.
La Asamblea Permanente, lleva tres años de mantener una organización para reclamar el derecho a la vivienda y el trabajo genuino, a pesar de las maniobras del gobierno, nunca quebraron la voluntad y convicción política de estas mujeres. Hoy consiguieron uno de los compromisos mas serios de la entrega de terrenos con la firma de la preadjudicación. Pero la asamblea permanente es mucho mas que esto, es la convicción de ser sujeto de sus vidas, de no resignarse y pelear por los derechos elementales de vivienda digna, trabajo genuino y el reparto de las horas de trabajo, es proyectos productivos para armar cooperativas, es sobre todo una muestra de cómo se organiza la clase trabajadora desde abajo. Por eso es coherente que muchas de estas compañeras y compañeros serán parte de las listas del Frente de Izquierda con Myriam Bregman y Nicolás del Caño. Listas llenas de luchadores como ellos. La asamblea es también todo aquello que los medios no quieren mostrar, el pueblo mas vapuleado pensando política y reorganizándose.
Como no hacer una celebración del aniversario de esta organización. Esta política que nace desde abajo, la unión entre ocupados desocupados, esta solidaridad de clase, el Baluarte de la historia de la clase obrera, que hoy más que nunca es la clave para vencer el ajuste del FMI, y el saqueo de una política extractivista. La asamblea permanente, como los docentes y los pueblos originarios de Jujuy son el ejemplo para seguir.
Mientras me iba, luego de comer uno de los guisos de lentejas más ricos de mi vida, dos compañeras le ponían color a la tarde con poemas al ritmo de unos acordes de guitarra, con la emoción y el orgullo de formar parte de esto, de los que no nos resignamos, y de los que hoy tenemos una batalla electoral para fortalecer la izquierda, sabiendo que hoy y siempre la pelea va a estar en la calle y que estaremos codo a codo con la Asamblea Permanente de Guernica por una sociedad mejor.
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