La historia arranca cuando un vecino adyacente de Puente de Hierro llegó a la provincia de Mendoza, a comienzos del 2017, con el afán de tener un mejor estándar de vida.
Por Néstor Bethencourt
Decidió “elegir” una hectárea en zona rural. Él y su pareja “La Flaca” como la llama, habían tomado tal determinación de radicarse “para estar cerca de la montaña”. Así lo expresa Héctor, el hombre en cuestión.
En buen romance, dos personas en perfectas condiciones de salud eligieron vivir en un sector de Lavalle. El sueño no duró mucho, y así lo graficó en forma cruda el propio Héctor ante los periodistas de Diario Mendoza Today.
“Porque la verdad que el desastre ecológico que hay acá es muy grande y grave, hay mucha gente enferma, mi señora se murió de cáncer de hígado, expresa; y no es la única muerte, hay mucha gente que ha fallecido y hay mucha gente enfermándose aquí en la zona a raíz de todo el desastre que hay”, puntualizó.
Y explicó que decidió investigar el motivo del fallecimiento de su compañera: “Pasaron unos días, me enteré que otra vecina de 500 m de acá, donde yo vivo zona rural donde entre casas hay una cierta distancia, me entero que la que saludé un montón de veces, también se había muerto de cáncer de mama“.
No es todo, Héctor descubrió “que en la mañana tenía ardor y dolor en la garganta, en la nariz, en los ojos. Había dolores de cabeza que no los podía controlar. Quiero contarte esto para que entiendas y obviamente un lugar en donde yo me divertía era en el Aconcagua, el estado físico que hay que tener para divertirse en lugares como ese, que trabajé y trabajé durante 10 temporadas como ayudante de guía, quien carga todo el equipamiento para los turistas, o sea que mi corazón, pulmones y sistema circulatorio en general estaban muy por encima de la media”
Prosigue el hombre ante Mendoza Today: “Estuve investigando y empecé a pedir información, a la vez presenté denuncias en Lavalle, por la quema de hornos de ladrillos, esto aconsejado por personal de la Dirección de Ambiente y Ordenamiento Territorial de provincia, y aún no recibí respuesta alguna”.
En el mismo contexto, contó que presentó una denuncia en el municipio de Guaymallén, donde si reconocieron el problema, aunque le dieron a entender que la culpa es de quienes hacen quemas en forma diaria. Serían “recolectores” de elementos de las montañas de basura —que tienen alturas de hasta 7 y 8 metros— que luego buscan recuperar para vender..
Producto de esa quema, más el estado natural de todo tipo de elementos en un basural a cielo abierto, tal vez el más grande del oeste argentino, se configura todo tipo de contaminación, tanto por aire, tierra y agua, cuyas napas están muy cerca de la superficie en esa zona.
Otros vecinos de Puente de Hierro admitieron a este diario que el basural les trae las mismas dificultades en salud descriptas. Por ello, exigen el cierre del lugar de inmediato. Lo curioso es que es una medida que reconocen tanto desde la Dirección de Ambiente, como también desde el municipio en forma interna.
Recordemos que hay una planta de tratamiento de residuos en el departamento de Las Heras, habilitado para tal, y que Guaymallén, seguramente por un tema de costos, no envía dichos residuos, insistiendo en mantener una gran fuente contaminante que genera estos graves trastornos en los vecinos.
Sería dable cuantificar el grave daño ecológico que sufrirá el Gran Mendoza por esta causa. De hecho, aseguran que hay estudios que se han hecho al respecto, pero la política siempre es proclive a no reconocer este tipo de situaciones.
Ya hay en una presentación en conjunto, denuncias realizadas en Fiscalía de Estado, Legislatura, y al titular de Dirección de Ambiente y Ordenamiento Territorial provincial. Se está sumando a todo ello puntual documentación y testimonios.
Como puede verse, el tema es muy grave. Y más aún que muchos lo saben y callan. ¿Hasta cuándo?
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