Guasones vuelve a las bateas con sus “Locales calientes” y lo mejor del álbum son las canciones más americanas, mientras que Los Heladeros del Tiempo regalan gemas pop en forma de monografia futbolística con el disco “Mundial”.
GUASONES, “LOCALES CALIENTES”
Séptimo disco de estudio de la banda rockera platense Guasones, que se sacó de encima hace rato esa etiqueta que lo incluía en el lote de bandas de rock stone, con canciones más del estilo de rock americano, que mezclan blues, country, folk, además de aquellas viñetas urbanas influenciadas por Lou Reed.
Para esta ocasión, la banda liderada por Facundo Soto decidió profundizar su búsqueda y apertura de horizontes y contrató como productor al estadounidense Jimmy Rip, guitarrista de Mick Jagger y del grupo new wave Televisión.
Y los resultados se perciben en el disco, en especial en esas canciones que se meten en aguas del estilo americana, o que suenan con cierto toque new wave rememorando el disco “Damn the Torpedoes” de Tom Petty y sus Heartbreakers.
Como el veloz rockito “Pobre tipo” que abre el disco, y en el que Facundo Soto ventila una vieja rencilla con José Tedesco, ex guitarrista del grupo que dejo Guasones en 2004, y que tiene la batería afinada de otra manera y colchones de teclados que le dan mayor elevancia a las guitarras y a la voz de Soto.
Los Guasones más stoneanos vuelven con “Una razón”, mientras que “Locales calientes” toma ese aire new wave, siempre con los tradicionales tópicos de drogas, noche, alcohol a los que recurre Soto.
El nivel del disco vuelve a elevarse en la bien rockera “Tan distintos”, que habla de una noche a puro reviente en la ciudad de las diagonales en la que destaca la colaboración del español Carlos Tarque, vocalista de MClan, con su vozarrón.
Unos minutos después llega uno de los puntos más altos del disco, con la balada country “La sangre de Dios” una hermosa elegía al vino y a Mendoza, embellecida por la slide de Maxi Tym y una buena letra de Soto.
Soto se desgarra románticamente en la medio tempo “Extraña sensación”, de muy buen gusto, muy radiable, que Maxi Tym embellece con un gran solo final, muy bien trabajado. “Pequeños ojos” es un rockito semi-punk bien pegadizo, con unos buenos coros fiesteros.
Una sorpresa para todo el mundillo rockero es la canción “Vos”, que un limpio Facundo Soto, que hoy dejo los químicos y prefiere el skate, dedica a su hijo en forma de balada bien rockera, con otro gran trabajo de las guitarras de Maxi Tym y de Gonzalo Serodino.
Otra canción es destacada es la romántica “Mi ultima vez”, donde Soto juega el perdedor en el amor, mientras las guitarras vuelven a darle un brillo particular a la canción, poniéndola entre lo mejor del disco. El álbum cierra con un cover de “Dr Tazo”, un blues de Pappo.
LOS HELADEROS DEL TIEMPO, “MUNDIAL”
Nuevo álbum de la banda liderada por Frankie Langdon y su combo, buscador de la canción pop pegadiza, cubierta de cultura pop, iconos de la infancia, adolescencia, años 70 y 80, en este caso dedicado al mundo del fútbol con ilustres invitados.
Con humor, picardía y pegadizas melodías, los Heladeros se encargan de contar en formato de canción el mundo del fútbol, el exitismo típicamente argentino, el drama de la derrota, los sistemas ultradefensivos, el 4-3-3 o la doble línea de cuatro, pero también lo que sucede en cada hogar argentino ante la cita mundialista.
Siempre con buen gusto y bien secundado por los Heladeros, Langdon pergeña otra hermosa obra que abre con “En el fondo somos arqueros” donde compara la dura vida de los argentinos con el rol del golero, acompañado en las voces por Manuel Moretti.
Cucho Parisi, voz de los Auténticos Decadentes acompaña al grupo en el ska “La Marcha de la derrota” que tiene como estribillo un hallazgo que reza: “para ganar hay que jugar/para jugar hay que animarse/para animarse hay que saber perder, y la derrota en un encanto popular”.
Rubén Rada pone su percusión y sus arreglos de voces a la movidita bossa “Mundial de Brasil”, mientras que Dread Mar I acompaña a Frankie en la ocurrente “Nueve de área sin gol”, con una letra hilarante.
Pipo Cipollatti decidió acompañar a la banda en el valsecito que es “La Marcha del empate”, una oda bilardista, sin dudas la canción preferida de los hinchas de Estudiantes de La Plata y de los equipos dirigidos por Timoteo Griguol y Julio Falcioni.
El Virus Marcelo Moura viste de pop a la juguetona “La final” en donde junto a Langdon juegan con la letra y no se sabe si el chico quiere ver a la chica o a la final del Mundial. Casi en un estilo de recitado Frankie y Edu Schmidt van contando “Las Emociones mundiales” en formato pop.
Palo Pandolfo le da aire de canciones española a “La Marcha de la victoria” para recitar en un desfile a puro exitismo y éxtasis. El pop en todos sus formatos, siempre bien trabajado, es la principal característica y merito de los Heladeros como lo confirma la bonita marchita “Al Sol”, donde colabora Leo García.
La maradoniana frase “me cortaron las piernas”, tiene su homenaje en este disco a dos voces entre Ivan Noble y Frankie Langdon, bien acompañados por Dante Violanti y He Man Garrido en guitarras y coros, Juan Ignacio De Abreu en bajo y coros y Maxi Lazbal en batería y coros.
El disco cierra con la bonita “Adiós” con coros repartidos entre todos los invitados y amigos de la banda, confirmando que los Heladeros son pequeños orfebres pop y este “Mundial” vale la pena.
LE REEL EST FAUX, “LE REEL EST FAUX”
El Karamelo Santo Piro Rosafa se reunió con varios amigos para saciar sus ganas de mezclar, rap, metal, punk, rock progresivo, reggae, al estilo Faith No More y lo lograron en este álbum, más que interesante.
Baltazar Fariña en guitarra, Nicolás Somalo en bajo, Facundo Collado en batería y Nicolás Gaspari en teclados y coros le ponen música a la voz de Rosafa en Le Reel, banda cuyo nombre tiene su origen en una frase de Antonin Artaud.
Para dejar en claro que la propuesta es diferente a la de Karamelo Santo, el disco se abre con una intro donde se mezcla el rock progresivo, el funky-metal y el rap y el hip hop, la sigue el reggae bien alternativo “Pequeño”, en la línea de Mano Negra y los Fabulosos Cadillacs.
“Ahora sé” tiene un inicio más cerca del funk-metal, con la base sonando bien poderosa, dándole un buen groove a la canción, mientras Piro rapea una letra bien combativa. “Man Next Dort”, un clásico de John Holt, que fuera versionando por Massive Attack, encuentra en el disco un camino bien reggae roots, con mucho groove.
La sigue “Sacrificio”, otro reggae, volcado al rock alterlatino, con un final a puro a solo de guitarra, mientras que “Todo el tiempo” sigue el camino del reggae, pero con Piro cantando y dejando el rapeo para después.
“Fuera” es mucho más rockera casi punk con el aporte de Maikel de Kapanga, en guitarra y el rapero Emanero sacándose chispas con Piro con las rimas y el recitado a puro duelo. El disco cierra con una versión a puro ska de “Just the way you are” de Billy Joel, con momentos de funky-metal, para engancharse con una versión dub de Man next door”, dandole un buen cierre al disco.
AZTECAS TUPRO, “AZTECAS TUPRO”
Tras cinco años sin novedades, Aztecas Tupro se reinventa en el lanzamiento de su cuarto registro discográfico, esta vez homónimo, "Aztecas Tupro" que marca un punto de inflexión en la carrera de una banda que se caracterizó más por el reggae que por otros géneros musicales.
Entre el reggae y destellos de rock, pop y cumbia, surge el nuevo trabajo de Aztecas Tupro que comprende 14 creaciones propias y músicos invitados como Pablo Clavijo en saxo, Alejandro Pozo en trombón, Diego Cuellar en cajón flamenco, Jesse Blum en acordeón y Tommy Dubs en voz.
Con un sonido más rockero de lo que acostumbró Aztecas en sus álbumes anteriores, su homónimo es inaugurado por "Quedate" una pieza alegre en la que acordes luminosos y la lírica positiva hacen eco en los subconscientes con "podemos siempre tener, aunque nos cueste creer, la libertad", entre otras frases.
La fusión del reggae y diferentes ritmos envuelven al segundo corte "Yin Yang", que concede aperturas a sutiles toques de hip hop, y a la séptima canción, "Exacta" cuya impronta rockera y aspereza de la voz condenan, entre pruebas y errores, "la perfección que vienen buscando es tan aburrida y fea".
Mientras que la sonoridad más limpia del reggae se reivindica con "El peso de lo que no hay" y "Hasta acá", "Se" irrumpe con un sonido más popero que también deja huellas mixturadas en la balada "Sos vos" y "Escalones" toma aire a cumbiecita.
El ska, otro género que se suma a la amplitud del nuevo trabajo de Aztecas, oficia de bastonero en "La mezcla", canción que se destaca por sus acordes alegres que invitan al pogo acompañado por su letra de denuncia social, y empapan los acordes de "Tan claro" y "Por nada".
El álbum que además incluye "CDF", un tema meramente instrumental con bases de ska, también cuenta con "El fuego" donde el rock atropella al género pionero de Aztecas y "Las puertas" donde la búsqueda de un sonido aún más contundente se hace sonido.
La banda Aztecas Tupro se formó a mediados de los `90 y actualmente está conformada por Pablo "Huevo" Wehbe (voz), Federico Fassa y Serge Korin (guitarras), Daniel Bosco (batería y percusión), Horacio Antelo (piano) y Pablo "Pape" Fioravanti (bajo).
El sexteto ostenta cinco trabajos discográficos, el álbum debut "Retumba" lanzado en 2001, "Tallo" de 2004, "Imaginar" editado en 2008, su último disco "Aztecas Tupro" y "Sin fronteras" (2007), disco de covers en el que también participaron los grupos Golem System y Gadfly.
COLA DE PATO, “APRENDIENDO A VIVIR"
La banda Cola de Pato regresa a las bateas con "Aprendiendo a vivir", tercer registro de la trilogía que, basada en la leyenda que le da nombre al grupo, comenzó con su álbum debut "Haciendo pie" lanzado en 2008 y continuó con "Volando bajito" dos años después.
El punto final de esta secuencia discográfica comprende 12 nuevas canciones y un bonus track que hacen de "Aprendiendo a vivir" un disco potente y solido pero suave a la vez, con melodías y letras de la vida real que podrían transportar a quien lo escucha a un momento en particular.
De este modo, Cola de Pato viaja de los riff contundentes de "Arañitas" que cuenta con el sello personal del bajista Tete Iglesias de La Renga y una guitarra electrizante, a la balada de amor, rockera y tersa, "Perfume de mujer".
Entre las creaciones de la tercera entrega de Cola de Pato se destacan "Solo por hoy", imbuido en un rock atmosférico y profundo con estribillos coreados que hacen del quinto tema del disco una pieza particular y "En llamas", primer corte difusión, con la participación del vocalista Manuel Quieto de La Mancha de Rolando.
Navegando por todos los matices del rock, cobra sentido "Aprendiendo a vivir", canción que le da nombre al disco y que con lejanos aires poperos se desentiende del tenor oscuro que caracteriza a la mayoría de sus temas, y para sorpresa, la versatilidad de la banda se imprime en la versión de "Soledad", tango compuesto por Carlos Gardel y Alfredo Le Pera.
La banda del oeste que surgió en 2004 en Lomas del Mirador, se encuentra conformada por Diego Pollano (voz y guitarras), Maximiliano Occhuzzi y Fernando Hugo Costilla (guitarras), Gustavo "Chino" Núñez (bajo), Cesar Nelson Cenci (batería) y Walter Fernández (teclados).
El sexteto de rock presentará su álbum "Aprendiendo a vivir" el sábado 26 de julio en Circus, ubicado en Florencio Varela 1998 del partido de San Justo, a las 22 con el grupo Partuza como banda invitada.
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