La ola de frío polar en Santiago provocó un incremento en el número de niños afectados con diferentes cuadros virósicos, aunque se considera que la situación es normal para esta época del año.
El frío llegó a la provincia y encontró desprevenida a la comunidad santiagueña. Las bajas temperaturas registradas en la última semana en Santiago impulsaron al incremento de niños afectados por complicaciones en las vías respiratorias, que tuvieron su origen en un posible enfriamiento o alergia al cambio climático.
Según se informó desde el Cepsi, las consultas más frecuentes fueron diagnosticadas como resfríos, laringitis, faringitis, otitis, rinitis, bronquitis, bronquiolitis, que son cuadros virósicos comunes en esta época del año, por lo que en la mayoría de los casos no se considera necesario llegar a una internación. Los pacientes sólo reciben tratamientos medicinales, que pueden ser controlados rigurosamente en el hogar.
Por estas horas, no sólo la guardia del centro de salud está ofreciendo una ardua atención a los niños de la capital y del interior de la provincia, sino que a esto deben sumarse los que acuden a los consultorios externos del centro de salud.
Así, en este contexto es que la labor de los profesionales fue constante y sin descanso por la cantidad de patologías que provocó la ola de frío polar.
Alerta
Ante la rigurosidad del frío, los profesionales recomiendan a los padres máxima atención en la salud de los niños durante la época invernal, ya que ellos son los más propensos a padecer enfermedades respiratorias agudas (procesos de infecciones del aparato respiratorio, generalmente de comienzo brusco, que pueden causar fiebre o no).
La tos, la fiebre, el dolor de garganta, la congestión nasal y mucosidad son los principales factores que advierten la posible aparición de un problema en las vías respiratorias.
A ellos se les agregan los denominados síntomas de alarma que tienen que ver con la respiración ruidosa y agitada, hundimiento de la parte inferior del pecho al respirar, irritación en los ojos, decaimiento y rechazo de líquidos y alimentos, aun sin tener fiebre.
Por eso, para no llegar a este punto, se aconseja a los mayores cuidar a sus hijos de los cambios bruscos de temperatura y evitar el contacto de los chicos con personas enfermas. Mientras que para el caso de las madres que se encuentran en términos de amamantamiento, es una obligación cumplir con la alimentación de su hijo con leche materna hasta los seis meses, además del estricto control y vacunación.
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