La norma que permite sólo dos mandatos consecutivos fue impulsada por el massismo y promulgada durante la gestión de María Eugenia Vidal. Hasta ahora, el gobernador Axel Kicillof cerró la posibilidad de debatir una nueva normativa. El 70% de los actuales jefes comunales no podrá presentarse a un nuevo mandato en 2023, salvo que logren cambiar las reglas
El 17 de agosto de 2016, el mismo día en que se conmemora el fallecimiento del general José de San Martín, el Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó la eliminación de la reelección indefinida de los intendentes, diputados, senadores, concejales y consejeros escolares. La medida fue impulsada por los legisladores del Frente Renovador y respaldada por el oficialismo, en ese momento encarnado por la gobernadora María Eugenia Vidal, y del Bloque Peronista. Los representantes del Frente para la Victoria votaron en contra.
La media sanción había sido aprobada por la Cámara Baja el 16 de junio de ese mismo año y su espíritu estuvo centrado en mejorar la calidad institucional, aunque los intendentes históricos -los de mayor peso específico, sin importar el espacio al que pertenecen- interpretaron que detrás de la nueva reglamentación se escondía sólo la intención de evitar la posibilidad de seguir siendo reelegidos para quitarles el poder territorial en beneficio de una María Eugenia Vidal que parecía imbatible y de un Sergio Massa -el líder del Frente Renovador- que se posicionaba como una “oposición constructiva”.
La norma modificó los artículos 3 de la Ley Orgánica de las Municipalidades, el 13 bis de la Ley Legislativa y 148 de la Ley de Educación, y estableció que ya nombrados, serán “elegidos directamente por el pueblo, durarán en sus funciones cuatro años y podrán ser reelectos por un nuevo período”.
Para mayor claridad, la legislación dice que “si han sido reelectos no podrán ser elegidos en el mismo cargo, sino con intervalo de un período”; la misma situación que ocurre, por ejemplo, con la fórmula presidencial o con los mandatarios de la provincia de Buenos Aires.
Sergio Massa y Maria Eugenia Vidal
“Hoy empieza el final de los eternos. De los que llegan a un cargo y se quedan a vivir. De los que no creen en la renovación de la política”, opinó en su momento Massa, por entonces crítico del kirchnerismo, hoy titular de la Cámara de diputados de la Nación y uno de los “socios” políticos del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Pero como en la política vernácula todo es posible, a poco más de dos años de aprobarse la ley que prohíbe la reelección indefinida, Infobae pudo saber que un grupo de intendentes bonaerenses de varias fuerzas políticas, entre ellas peronistas, radicales y de Cambiemos, trabajan para -según revelaron en estricto off the record los propios interesados- “presentar una declaración de certeza para que la justicia aclare los términos de la ley y se aclare en que mandato comienza a correr la norma aprobada en 2016. Si desde 2015; o desde 2019”.
El tema de la fecha no es menor. Si se toma desde 2015, los que ya fueron reelectos no podrán presentarse para un nuevo mandato en 2023.
Abogados constitucionalistas que los asesoran entienden que las leyes que modifican a otra no pueden ser retroactivas.
El grupo de intendentes movilizados es numeroso. A ellos se suman los diputados y senadores que también quedan afuera de una reelección indefinida.
Pero no todos están a favor de esa estrategia judicial. Un sector, encabezado por uno de los pocos “barones del conurbano” peronistas que aún quedan en pie, junto a reconocidos intendentes radicales que gobiernan su distrito desde hace más de una década, impulsa cambiar la ley por una nueva a través del parlamento provincial.
Un grupo de diputados, senadores e intendentes impulsan modificar la ley que evita la elección indefinida a través del parlamento bonaerense.
La ex gobernadora María Eugenia Vidal estaría al tanto de las estrategia de los “reeleccionistas eternos”, y en privado ya se manifestó en contra. En público no lo reconocerá, pero se la escuchó asegurar que si la avanzada de estos intendentes y legisladores prospera, ella no dudará en salir a manifestar su rechazo públicamente.
Se espera que Massa haga lo mismo, al igual que algunos alcaldes; sobre todo los alineados con el líder del Frente Renovador.
Basta recordar que uno de los impulsores massistas de la ley anti “perpetuación del poder” fue Luis Andreotti, ahora ex intendente de San Fernando, quien después de dos mandatos decidió no postularse para una segunda reelección.
“Me voy con la tranquilidad de cumplir con la palabra empeñada; una sola reelección y dejar a otros seguir gobernando”, dijo en 2019 cuando abrió las sesiones ordinarias del Consejo Deliberante.
El 10 de diciembre pasado lo sucedió Juan Andreotti, su hijo.
Al menos dos importantes alcaldes bonaerenses y un senador provincial le sugirieron al gobernador Axel Kicillof que habilite la discusión para dar marcha atrás con la ley promulgada por Vidal.
El mandatario bonaerense cortó el tema de cuajo. Les dijo que tenía temas más importantes para preocuparse, y que esa iniciativa para reinstaurar la reelección eterna sería muy mal visto por la ciudadanía.
Aunque el kirchnerismo no apoyó la modificación de la ley en el parlamento, sectores de La Cámpora, al menos por ahora, están alineados con Kicillof y no apoyan dar marcha atrás con la modificación de la ley que prohíbe la reelección indefinida.
Esa posición responde a una lógica política. Aspiran a ocupar parte de las intendencias que se verán obligados a abandonar los caciques locales.
Al menos ppor ahora el gobernador bonaerense se negó a apoyar cualquier tipo ce modificación a la ley que evita las reelecciones después del segundo mandato.
En los pasados comicios, una camporista como Mayra Mendoza ya se alzó, por ejemplo, con la intendencia de Quilmes.
De no haber ningún tipo de modificaciones, y si se toma como primer mandato el de 2015, según pudo reconstruir Infobae, 95 de los 135 alcaldes bonaerenses no podrán presentarse a una nueva elección en 2023: esto es casi el 70% de los jefes comunales.
Los números porcentuales de quienes quedarán fuera de las próxima elecciones municipales expresan la preocupación de varios que ya están movilizados para modificar la ley a través del parlamento bonaerense, o de ensayar una forzada interpretación de la Justicia para evitar perder su poder territorial.
Entre los que quedarán fuera de carrera electoral para continuar al frente de sus intendencias hay hombres y nombres de peso territorial, como por ejemplo: Martín Insaurralde en Lomas de Zamora; Mariano Cascallares en Almirante Brown; Jorge Ferraresi en Avellaneda; Alejandro Granados en Ezeiza; Julio Zamora en Tigre; Fernando Gray en Esteban Echeverría; y Mario Ishii en José C. Paz.
Ninguno de los jefes comunales que pretenden modificar la norma que los quita de la carrera de 2023 para el mismo cargo aceptaron ser nombrados en esta nota. Dicen, con lógica, que la iniciativa será mal vista por una ciudadanía que espera una urgente reactivación de la economía.
Desde la provincia de Buenos Aires, en cambio, funcionarios de primera línea del gabinete de Kicillof le confirmaron a este medio que el mandatario provincial le cerró la puerta a la iniciativa impulsada por “varios intendentes que después de las elecciones PASO, y a poco de asumir, lo consultaron sobre la posibilidad de presentar una nueva iniciativa legislativa que vuelva a modificar los artículos 3 de la Ley Orgánica de las Municipalidades, el 13 bis de la Ley Legislativa y el 148 de la Ley de Educación”.
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