Después del portazo de Barrionuevo, el expresidente quiere reforzar la fiscalización del libertario. José Torello, hombre clave en las campañas 2015 y 2017, quedó al frente del operativo.
Por Gonzalo Prado
Mauricio Macri armó un grupo de elite con sus mejores soldados para cuidarle los votos del candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei en el ballotage que enfrentará al aspirante de Unión por la Patria, Sergio Massa. El encargado del esquema de fiscalización conjunta, entre el macrismo y los liberales, es el senador por la provincia de Buenos Aires José María Torello, gran conocedor de las reglas electorales. Su firma quedó estampada en dos pedidos, que aceptó la jueza María Servini, para que Cambiemos pudiera trasladar fiscales de una jurisdicción en las elecciones 2015 y 2017.
La fiscalización es una de las principales preocupaciones de LLA y quedó en la nebulosa después del portazo de Luis Barrionuevo. El líder gastronómico se sumó al team Milei después de las PASO con la promesa de reforzar el control de las urnas, algo que desveló al economista incluso al ser el candidato más votado de las primarias. Con el traspié en las generales, el sindicalista anunció su fuga y en la tropa libertaria tampoco le agradecieron por el supuesto trabajo realizado.
Ahora Torello es la cara más importante de un grupo reducido, por ahora, que tiene como único objetivo garantizarle a Milei una estructura de fiscalización para poder reducir al mínimo el riesgo de faltantes de boletas en cada una de las 104.530 mesas habilitadas en todo el país. En esta tarea también está anotado el exministro de Transporte Guillermo Dietrich, quien organizó una reunión con los voluntarios de JxC. En ese encuentro también estuvieron Laura Alonso y Paula Bertol: ambas exfuncionarias de la era Cambiemos realizaron ese trabajo para Patricia Bullrich tanto en las PASO como en las generales.
Después del Pacto de Acasusso, el exministro de Transporte comenzó a comunicarse con las redes de fiscales que construyó en cada provincia para saber quiénes estarían dispuestos a fiscalizar, sobre todo en Santa Fe, Córdoba, la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Mendoza y Entre Ríos. "Esto (por la segunda vuelta) se va a definir en la franja centro del país, que es donde Massa alcanzó su techo. Si se cuidan los votos ahí y se refuerza el conurbano, Milei tiene chances de ganar", le dijo a Letra P un encargado del operativo de fiscalización, con cierto optimismo.
La fiscalización de la elección no dependerá únicamente de la cantidad de voluntarios. También será necesario que las personas encargadas de cuidar los votos cuenten con la experiencia necesaria para detectar irregularidades.
Quienes estuvieron en la campaña de 2015, en donde Macri venció a Daniel Scioli en segunda vuelta, recuerdan que se trató de una de las elecciones "más controladas" de la historia. Para aquella campaña, Cambiemos se encargó de hacer un análisis para definir quiénes eran los "voluntarios" mejores calificados para cuidar los votos. Los enviados del macrismo trabajaron durante los meses previos a las PASO para ajustar sus motores, ahora el desafío será ver cuánto si puedan hacerlo en menos de un mes.
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