En diálogo con Télam, Grossi resaltó que “la cuestión nuclear es uno de los activos nacionales donde todos nos sentimos identificados”. El embajador sostuvo que el sector nuclear “es uno de los sectores estratégicos donde la voz de Argentina es escuchada” a nivel internacional.

En ese sentido recordó que el país tiene tres reactores en funcionamiento, tecnología para la fabricación de materia combustible y gran capacidad en materia de investigación, un sector de punta en el país.

Además resaltó el papel regional de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (Abacc), donde ambos países “hace más de 30 años iniciamos un camino de integración, enterrando todas sospecha mutua y eliminando la posibilidad de una carrera armamentista en América del sur”.

Sobre el trabajo del OIEA (donde él ya se desempeñó como jefe de Gabinete y director General Adjunto para Asuntos Políticos) recordó que es una de las organizaciones más importantes del mundo, integrada por 171 países que promueven los usos pacíficos de la energía nuclear.

“Tenemos un sistema de salvaguarda que permite controlar que los materiales nucleares que tienen los países en sus instalaciones no sean usados para fines hostiles (por ejemplo fabricar armas nucleares)”, relató.

El organismo también promueve “los más altas estándares de seguridad para la operatoria normal de las instalaciones nucleares para evitar accidentes”, y “facilita la cooperación técnica en materia de aplicaciones nucleares”, por ejemplo la medicina nuclear, la radioterapia, técnicas isotópicas y seguridad alimentaria.

Por eso para el diplomático “acceder al máximo cargo de gobernanza global en la materia tiene repercusiones y beneficios para el país en diferentes áreas”.