En el entierro de Fabián Rodríguez, la actriz estuvo desconsolada. “Te amo, no hacía falta que hagas esto”, le gritó al féretro. La acompañaron sus familiares y artistas que trabajaron con el empresario.
El ambiente artístico sigue conmocionado por el suicidio de Rodríguez. El empresario se ahorcó el lunes a la noche en Palermo, en la oficina de Jaz Producciones, la empresa que dirigía junto con su esposa. Horas después de su muerte se habló de una crisis matrimonial y de problemas económicos. Pero los motivos detrás de su drástica determinación aún son un misterio.
Por decisión de Nazarena Vélez, los restos del empresario no fueron velados. Sin embargo, ayer por la mañana, se improvisó una despedida íntima en la casa de sepelios Malabia, en Palermo. Nazarena llegó manejando su camioneta, con vidrios polarizados y lentes oscuros. Adentro la esperaba su hija mayor, Bárbara. Sólo unos pocos familiares fueron al lugar, como Florencia, la hermana de la actriz, Claudia, una tía del productor y una de sus sobrinas. El actor Roberto Antier entró a la sala, pero se retiró poco después. “Me voy por respeto. Nazarena está llorando desconsoladamente”, contó.
El momento del traslado del cuerpo fue desgarrador. Cuando el féretro fue subido al auto, Nazarena gritó desconsolada: “Mi amor, te amo”. El único vehículo que lo acompañó fue el de la vedette, que manejó hasta Pilar con Bárbara, que no se separó de su lado.
En el cementerio esperaban decenas de amigos y familiares. Allí quedó en evidencia la mala relación que hubo entre la familia de Rodríguez y el entorno de Nazarena Vélez: cada familia siguió el cortejo por su lado. Ayer a la madrugada, incluso, hubo cruces por la decisión de no velar al empresario, cuestionada por su familia.
En el estacionamiento aguardaban los hijos del primer matrimonio de Rodríguez, Camila y Lucas, su ex mujer y sus hermanas Mirta y Silvia. Su madre, que vive en Miami, no pudo viajar por problemas de salud. Más cerca de la capilla, esperaron los allegados a la actriz, muchos de ellos artistas que trabajaron con Rodríguez: José María Muscari, Georgina Barbarossa, Luisa Albinoni, Silvina Escudero, Rodolfo Ranni, Miguel Ángel Rodríguez, el “Negro” Alvarez y Atilio Veronelli, entre otros.
Al llegar al cementerio, Nazarena se bajó de la camioneta, se abalanzó sobre al cajón y gritó: “Te amo, te amo. No hacía falta que hagas esto”. Casi sin poder mantenerse en pie, fue sostenida por sus amigos que la abrazaron.
El responso en la capilla duró unos pocos minutos. Muchos ni siquiera pudieron entrar y se quedaron sentados en el pasto de la puerta. El sonido de las campanas indicó que la pequeña ceremonia había llegado a su fin. Entonces comenzó la procesión rumbo a la sección Cardenal, donde el cuerpo fue enterrado. Nazarena, visiblemente afectada, abrazada a su hijo Gonzalo, llegó al sector 61 del cementerio para darle el último adiós a su marido. Mientras el cajón descendía, la vedette quiso frenarlo y casi tirándose encima fue detenida por sus amigos. “Te traté mal y vos te mataste, fue mi culpa”, dijo en ese instante. Abrazada a su padre José gritó y se enojó por lo sucedido. Bárbara y Gonzalo no se despegaron de su lado y acompañaron su desolación. Su tercer hijo Thiago –el único de su relación con Fabián–, no estuvo presente en el lugar.
La vedette regresó al estacionamiento en los brazos de su padre, quien le daba palabras de ánimo: “Quedate tranquila, ya vas a poder salir”, ella las aceptaba y repetía “voy a poder, voy a poder”.
Los familiares de Fabián se mantuvieron alejados de Nazarena. Destrozados por el dolor, hicieron su propio duelo, mirando al sector de los Vélez como si fuera un espectáculo. Camila y Lucas, los hijos mayores de Rodríguez, lloraron rodeados de amigos. Sólo una de las hermanas del productor se acercó a Nazarena y le dijo algo al oído. Luego en su cuenta de Twitter aseguró que la familia “no responsabiliza a Nazarena ni a nadie” por la muerte de Rodríguez, desmintiendo así las versiones que habían circulado el martes.
Nazarena se fue rodeada por su familia, sin hablar con la prensa. “Vamos a tratar de estar con Nazarena todo el tiempo que se pueda. Por suerte está su familia con ella”, dijo Miguel Angel Rodríguez a Clarín al retirarse.
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