Por Facundo García.

Como pocas veces -y sobre todo antes de las PASO del domingo- las elecciones 2023 presentan un panorama abierto que suma la incertidumbre de los votantes a la de los precandidatos. Tal vez por eso los aspirantes a los distintos cargos se acercan a los sindicalistas en busca de un plus que va desde el apoyo con bombos en los actos a la asistencia como fiscales, pasando por una larga lista de aportes y consejos que vienen de gente curtida en infinitas campañas.

No es una estrategia exclusiva de una fuerza política o frente. Casi todos echan mano a las organizaciones para potenciarse, y ello no debería tomarse como algo negativo per se. Aquí, algunas formas de intercambio entre los precandidatos y los gremialistas.

Los gremios como factor operativo y de poder

El 3 de junio -a nueve años del nacimiento del Ni una menos-, el precandidato por el Frente Elegí Omar Parisi disertó en el Sindicato de Gráficos para presentar sus propuestas de vivienda cruzándolos con reivindicaciones del feminismo. Una forma de difundir sus ideas frente a un auditorio que, por formación y rutina, sabe replicar en el entorno y por lo tanto potenciar los mensajes.

Ocurre que, como ya estudió Paul Lazarsfeld en los 50', los ámbitos humanos -y por tanto los laborales- generan líderes de opinión que pueden gravitar en la decisión de los que los rodean. Y en el peronismo -más allá de las críticas de la izquierda- esa mecánica está aceitada. Así, los gremios son parte indispensable del ADN del justicialismo, y nunca hubo límites demasiado claros entre un ámbito de militancia y otro.

El precandidato Omar Parisi junto al referente de los gráficos Daniel Ávila.

Sorprende más, en cambio, que otras figuras del campo político echen mano a esos contactos para reforzar sus campañas. El viernes pasado, Omar De Marchi informó que se había reunido "con más de 40 gremios" y varios empresarios en el Salón Báltico, un histórico bastión del peronismo en Guaymallén.

Con el precandidato a gobernador por La Unión Mendocina estuvieron estacioneros, camioneros, empleados de comercio y de otros rubros en una cena en la que se estima que hubo más de cien asistentes.

Acaso -aunque no sólo por eso- esa cercanía con los gremios le permitió a De Marchi convocar, de acuerdo a los números que tiran en LUM, "más de 3.000 fiscales no rentados" para controlar los comicios del próximo domingo. Con un frente político que nació hace apenas 2 meses, contar con armados previos como los que aportan los sindicatos puede ser clave; máxime cuando en la otra vereda hay un partido centenario como la UCR. Y el lujanino lo sabe.

El viernes, De Marchi hizo una reunión con referentes sindicales. Desde La Unión Mendocina aseguran que en la velada hubo más de 100 personas.

También los sabe su precandidato a vice, el intendente de Las Heras Daniel Orozco, que el pasado 1 de mayo eligió arremangarse y hacer un asado para los municipales, a quienes les otorgó un aumento de más del 100%. Los cuadros altos y medios que entraron a la comuna durante su etapa radical podrán hacerle la vida imposible; pero con gestos así él se asegura que la urticaria no le venga desde abajo.

Hay un factor más que justifica frecuentar a los gremialistas: para participar en las elecciones sindicales no se puede ser "pichón" ni distraído. Para competir en las municipales y las provinciales tampoco.

Orozco haciendo un asado para los municipales el 1 de mayo.

Organizaciones gremiales en actos políticos de Mendoza

En Cambia Mendoza hay agrupaciones como Trabajadores Radicales, que cuenta con representantes del ámbito público y el privado. Además de eventuales apoyos, los TR directamente salen a las calles a difundir candidaturas.

En Las Heras, se los pudo ver esta semana bancando a Francisco Lo Presti (UCR), uno de los precandidatos que quiere arrebatarle al orozquismo el sillón municipal. Este video muestra un poco de su actividad y aprovecha un jingle que habla de ir a los comicios "sin traiciones", en alusión a la salida de Orozco del frente oficialista:

Entre las demás fuerzas, probablemente sea la izquierda la que más contacto tenga -por una cuestión teórica y metodológica- con el movimiento sindical.

En el caso del FIT, ese trabajo de enlace se valora incluso más que el meramente electoral, en línea con las prerrogativas del trotskismo que inspiró tanto a la línea interna relacionada con PTS-MST como a la del PO.

En la lista que va con Lautaro Jiménez como aspirante a la gobernación (PTS- MST), la precandidata a la presidencia Myriam Bregman y su vice Nicolás del Caño priorizaron, en su visita de esta semana para apoyar al FIT en Mendoza, el diálogo con el Sindicato de Trabajadoras de Casas Particulares, los Trabajadores Precarizados en Lucha y obreros de las viñas, entre otros.

En ese sentido, parece haber una disputa entre esa facción y la del PO, que atribuyó su relativamente buena performance en las PASO de Maipú al trabajo barrial en zonas populares, acusando a sus adversarios de hacer política "de palacio". Victor Da Vila, precandidato a gobernador por esa segunda parcialidad, también procura mantener contacto con organizaciones de base.

Myriam Bregman y Nicolás del Caño en la Plaza Independencia junto a militantes sindicales.