Desde mañana, San Juan se convertirá en el epicentro de una cumbre de gremios judiciales de todo el país. Llegarán más de 30 referentes sindicales que conforman la Federación Judicial, entre ellos el secretario General, Carlos Ordoñez, quien tiene intenciones de reunirse con la Corte de Justicia. Junto a los dirigentes locales, quiere plantearle la necesidad de que en la provincia se instaure el mecanismo de paritarias para negociar condiciones laborales y aumentos de sueldos.

Los gremialistas celebrarán aquí el plenario anual de la Federación Judicial, que nuclea a los sindicatos con representación en los tribunales de todas las provincias. Hasta el momento está confirmada la presencia de 32 dirigentes de 15 ciudades y en el temario que abordarán jueves y viernes se destaca el plan de lucha que hay en marcha para que exista una paritaria nacional que fortalezca al sector sindical y que sirva de referencia a la hora de negociar con las Cortes de Justicia provinciales, como pasa con los docentes.

El gremio local es la Unión Judicial, liderado por Sebastián López. Él y el mendocino Ordoñez pretenden una audiencia con el presidente del máximo tribunal, José Abel Soria Vega, para plantearle tres temas: que en el Poder Judicial San Juan se instrumenten las paritarias, la creación de cargos específicos y que los ascensos se hagan por concurso y no a dedo. Así, los judiciales de la provincia buscan aprovechar la parada para incluir en la agenda nacional los problemas que se viven a diario en los estrados locales y darle más fuerza a las demandas que desde hace años llevan sin mucho éxito al segundo piso del edificio 25 de Mayo.

La relación entre la Unión Judicial y la Corte es tirante, aunque en los últimos días se conoció una medida que trae mejor clima. El máximo tribunal firmó una acordada adhiriendo a una de la Corte Suprema, que exceptúa del cómputo impositivo algunos ítems salariales y que deja a la mayoría de los trabajadores sanjuaninos por debajo del monto que obliga a pagar el Impuesto a las Ganancias (ver recuadro). López agradeció el instrumento y reconoció que genera un mejor contexto para el diálogo, pero al mismo tiempo afirmó que hay una pila de problemas sin resolver.

La situación se puso más tensa a partir de la creación de un adicional llamado presentismo. Frente a las jornadas de protestas de los judiciales, la Corte las neutralizó con el ítem que premia en el recibo de sueldo a los trabajadores que tienen asistencia perfecta y no abandonan sus oficinas por una reivindicación gremial, lo que desató indignación en la Unión Judicial.

En esta oportunidad, el pedido más fuerte viene con envión nacional y es el de las paritarias. En San Juan, como en la mayoría de las provincias, no hay instaurado un mecanismo de discusión con el sindicato y, por ejemplo, el máximo tribunal define unilateralmente los aumentos de sueldos. Sin ir más lejos, la Corte espera todos los años el resultado de las paritarias entre el Poder Ejecutivo y sus trabajadores y después lo replica en los haberes de los judiciales sin mediar charla alguna.

El otro tema candente es el régimen de ascensos, que más de una vez despertó sospechas de acomodos. El gremio se queja de que hay personas que llevan más de dos décadas sin escalar en la pirámide administrativa y pide que las vacantes que se van produciendo en la parte superior se cubran por promoción de personal mediante un concurso de antecedentes y oposición, y no como sucede hoy, en donde los cortistas apelan a la discrecionalidad para decidir quién se ve favorecido y quién no.

Atado a la carrera judicial hay otro tema pendiente. Hoy hay funciones de alta responsabilidad que no están encuadradas en un cargo cargos y que los empleados deben cumplir aún perteneciendo a categorías inferiores, como sucede con la Oficina de Notificaciones, que es dirigida por un jefe de despacho que no cobra más por la tarea que le dieron. El gremio busca que se creen los cargos y que se les asigne una remuneración acorde.