En la puerta de la Municipalidad de General Pueyrredón, la organización ambientalista donó al Intendente Pulti un alambrado para que cumpla su compromiso de proteger la Reserva del Puerto. Debido a que continúa el relleno ilegal de la laguna de esta reserva urbana, los activistas reclamaron la urgente colocación de una barrera física que evite el avance de las obras ilegales que amenazan a su conservación.
A fines del año pasado durante la reunión de Greenpeace con el gobernador Scioli, Pulti se comprometió a realizar todas las gestiones necesarias para la protección de la Reserva del Puerto, sin embargo en los hechos este ambiente sigue desprotegido. Según la Coordinadora de la campaña “Salvá la Reserva del Puerto” Cecilia Mauna “las obras ilegales que afectan la Reserva del Puerto siguen efectuándose y la presencia de un guardaparques provisorio no es suficiente para protegerla, por esto reclamamos la urgente colocación de un alambrado perimetral que funcione como una barrera física clara e impida el avance de la maquinaria”.
Acorde a lo establecido por la Ley 11.723, es el Municipio quien tiene la responsabilidad de realizar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de las actividades realizadas por el Club Aldosivi. El fallo de la Cámara Federal de Apelaciones a favor de la Reserva es el antecedente legal de la vigencia de esta Ley, sin embargo y pese al compromiso público asumido por el Intendente las obras ilegales continúan desarrollándose.
La Reserva del Puerto es uno de los principales pulmones de la ciudad, es hogar de cientos de especies animales y vegetales, purificador del aire y el agua y posee un gran valor científico, educativo y turístico. Como una medida urgente, y a fin de evitar la destrucción de este ambiente, Greenpeace le reclama al Intendente Pulti un alambrado perimetral en aquellos sectores de la Reserva que aún no cuentan con esta medida de protección.
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