El domingo se incendió un basural a lo largo de cien metros sobre avenida Marana. Un pequeño productor denuncia contaminación por basura que se tira junto a su predio
El domingo, desde la siesta, se recepcionaron numerosas denuncias de vecinos por la quemazón de un basural a lo largo de más de cien metros sobre la avenida Marana, en proximidades del centro integrador comunitario. El viento que venía del sur, orientaba la densa humareda hacia la zona urbana de avenida España, en una amplia franja de la segunda ciudad.
Este es apenas un ejemplo cotidiano de los inconvenientes que genera la falta de un adecuado tratamiento de los residuos domiciliarios en Clorinda, problema al que el hoy intendente Manuel Celauro había prometido “una solución definitiva” en campaña para su primera gestión, allá por el año 2011. Hasta hoy, la solución se sigue haciendo esperar y los problemas se agravan día a día.
En los barrios del complejo habitacional, 216 y 140 viviendas, proliferan los microbasurales, porque cada día se ven menos contenedores donde depositar los residuos, lo que a su vez genera preocupación en los vecinos.
Ayer, en horas de la mañana, en la zona del vertedero municipal, a la vera de la ruta de acceso a puerto Pilcomayo, se pudo advertir que la basura estaba siendo depositada en el predio cercano, al cruzar la ruta.
Por esta situación, el municipio había mantenido un conflicto con un pequeño productor ganadero, quien volvió a denunciar a la Comuna por la apertura de grandes excavaciones, a metros del límite con su propiedad, donde comenzó a descargarse abundante basura y donde ya trabajaban recicladores, rebuscándose por elementos para comercializar.
Antes que una solución al problema del vertedero municipal, ahora se suma otro vaciadero, que se carga con las primeras camionadas de desechos, ya genera inquietud e incluso denuncias por parte de los lugareños, por el fuerte hedor y los líquidos que contaminan el agua para los animales, según señalaron
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