Mientras el mundo avanza hacia modelos de gestión de residuos más sustentables, Jujuy continúa sin poder poner en marcha el Plan GIRSU. El abogado ambientalista, Kevin Ballesty, consideró al respecto que "las empresas estatales prometen y nunca terminan de arrancar".
Especialista consideró que los modelos de gestión de residuos que se encaran desde el Estado, suelen fracasar.Un ejemplo de ello es GIRSU, la apuesta del gobierno que apuntaba a convertir la provincia en un Jujuy Verde.El mundo avanza hacia dar una solución integral al tratamiento de la basura, en la medida en que la empieza a ver como materia prima y no como desecho.
El proyecto GIRSU (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) fue uno de las mayores apuestas del gobierno de Gerardo Morales, en vistas a conseguir un Jujuy Verde.
La iniciativa contemplaba el armado de una empresa estatal que procese la basura, las trate conforme a las leyes vigentes y cobre por ese servicio a los vecinos. Lo cierto es que desde la sanción de la Ley (5.954) en 2016, que habilitó su creación, no hubo grandes resultados.
La empresa estatal demandaba invertir una enorme cantidad de dinero del que la provincia no disponía y por ello se recurrió al financiamiento del Banco Europeo de Inversiones, por un monto de 45 millones de dólares. Como consecuencia GIRSU se convirtió en una enorme estructura que sirvió para generar más deuda. En la práctica no pudo dar respuesta al problema ambiental crónico que padece la provincia.
En diálogo con Radio 2, el abogado ambientalista, Kevin Ballesty, se refirió al respecto, y consideró que los modelos de gestión de residuos que se encaran desde el Estado, suelen fracasar.
“Venimos del ejemplo de empresas estatales que prometen y nunca terminan de arrancar, que consumen muchos recursos y que a la hora de mostrar la producción están muy lejos”, expresó.
A su vez consideró que es superador el proyecto que la empresa privada Oil Fox está impulsando en Vaqueros, Salta, donde propuso hacerse cargo de los residuos para reconvertirlos, sin ningún costo para el vecino.
El concepto que dicha empresa tiene de la basura es que constituye un recurso y no un desecho.
A partir de la creación de una planta de tratamiento para los residuos sólidos urbanos, planifican montar otras plantas paralelas donde se generará energía eléctrica, biogás, biofertilizantes y hasta suplementos, según lo explicó el intendente de Vaqueros, Daniel Moreno, quien está a cargo de las gestiones.
Para Ballesty lo positivo de estas iniciativas es que apuntan a dar una utilidad casi al cien por ciento de los enormes volúmenes de basura que las personas producen a diario.
Explicó también que es importante “la decisión política” del Estado y luego “capital privado, riesgo privado y gente idónea”.
“El riesgo que corre la empresa es invertir y que las cosas pueden salir bien o pueden salir mal y ese riesgo privado es lo que los lleva a buscar el mayor nivel de eficiencia y excelencia, que a su vez lleva a la calidad”, concluyó.
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